Para los bomberos este verano ha sido uno de los más difíciles de los últimos años. Según un informe de Greenpeace, 2017 ha sido el tercer peor año del decenio en cuanto incendios con 100.000 hectáreas arrasadas, sólo por detrás del 2009 y del 2012, con 215.000.

Pilar Marcos, Portavoz de Greenpeace en España ha asegurado que "el cambio climático está agravando la ausencia de lluvias, la sequedad del monte, está agravando la intensidad y la frecuencia con la que se producen incendios forestales".

11.000 incendios han quemado más de 100.000 hectáreas, afectando además a espacios protegidos como el Valle del Jerte, el Parque Natural Arribes del Duero y el Parque Natural de Doñana.

De todos los fuegos, 22 han sido grandes incendios, han calcinado más de 500 hectáreas, y han quemado el 39% de la superficie afectada en España.

El cambio climático aumenta la frecuencia y la intensidad de los incendios. Las altas temperaturas y a la falta de precipitaciones están detrás de muchos de ellos.

Pilar Marcos recalca que a "más cambio climático, menos lluvia, más sequía, mayor peligro de desertificación, y las negligencias y accidentes". Según Greenpeace, el 78% de los incendios de la última década han sido provocados por el ser humano.