Comprar una vivienda es cada día más complicado. "No se puede. Una persona de a pie no puede. Tienes que ir al alquiler", asegura Maribel. Pero alquilar también está complicado porque el precio de la vivienda se resiste a bajar. Es por eso, que muchos han encontrado la solución en alquilar por habitaciones, en vez de pisos completos.

Este alza del precio de la vivienda está motivado, en gran parte, por el aumento de las compras destinadas a la inversión y no al uso personal, según el último informe de de FUNCAS, ya que solo el 40% de las operaciones se han hecho con hipoteca en el último año, mientras que el 60% han pagado al contado. Y, es que, "los extranjeros llegan con más poder adquisitivo del que tenemos aquí", explica la agente inmobiliaria, Marina. Lo que complica la accesibilidad para las economías más modestas y provoca subidas de precio que se unen a los altos tipos de interés y a la falta de oferta.

"Aumentar la oferta es la medida fundamental. Puede ser nueva vivienda, que parece necesaria, pero hace falta políticas de vivienda activa, además de nuevas normas para esa nueva vivienda, que no sea destino de inversión", comenta Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de FUNCAS; que defiende que para que el mercado tenga un buen año lo que se necesita es cumpla con "su objetivo": "Que haya un acceso a vivienda habitual para todas las personas".