La crisis demográfica de nuestra sociedad sigue marcando hitos históricos. Si bien en 2015 las muertes superaron por primera vez a los nacimientos, esta vez ha sido la natalidad la que ha anotado su mínimo histórico. Desde el primer semestre de 1995 no se había registrado una cifra tan baja de nacimientos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha actualizado hoy los datos del 'Movimiento Natural de Población', que registra los nacimientos, defunciones y matrimonios.

En el siguiente gráfico puede visualizar todos los nacimientos registrados desde 1941. Hemos tomado solamente los datos de enero a junio de cada año, el primer semestre, para poder comparar con las cifras de 2018 recién publicadas.

Desde enero hasta junio de este 2018 se han producido 179.794 nacimientos. Esta cifra es un 5,8% menor que la del primer semestre de 2017, y continua la tendencia en descenso que comenzó en 2008. Desde 1995, el anterior mínimo histórico, hasta 2008, la natalidad había crecido un 42% (siempre en el periodo de enero a junio). Un aumento considerable que tuvo que ver con la natalidad de la generación del baby boom y la de la población inmigrante; todo coincidió además con los años de la bonanza económica de principios de siglo.

Esta tendencia se truncó en 2008, fecha desde la cual tenemos cada vez menos descendencia. Al contrario, los datos del 'Movimiento Natural de Población' reflejan que la mortalidad ha aumentado un 2,1% con respecto al primer semestre de 2017.

Esto conduce al crecimiento vegetativo (el resultado de restar las muertes a los nacimientos) más bajo al menos en el último decenio, como podemos ver en el siguiente gráfico.

Además, si analizamos los datos por comunidades autónomas, podemos apreciar grandes diferencias que reflejan las regiones más envejecidas con respecto a las que tienen población más joven. El saldo vegetativo sale negativo en Galicia, es decir, Galicia es la comunidad que más población natural ha perdido, ya que hubo 9.135 muertes más que nacimientos en el primer semestre de 2018. El saldo negativo es la tónica general; tan solo hay tres comunidades que han tenido más nacimientos, entre las que destaca Madrid, que tuvo 27.714 nacimientos y 24.000 muertes; de ahí el crecimiento en 3.714 personas.