Según ha explicado el teniente Abel Marín en rueda de prensa en la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, también se encuentran investigadas otras cuatro personas por los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal, contra la propiedad industrial, contra la salud pública, estafa y blanqueo de capitales.
En la operación se han realizado seis registros de manera simultánea en las provincias de Madrid, A Coruña y Málaga, siendo tres de ellos en domicilios de los principales responsables de la red y los otros tres en sedes mercantiles al trasladarse de un restaurante a una nave.
En los registros los agentes han encontrado más de 1.600 etiquetas falsificadas de diferentes marcas, entre ellas, Pingus y Flor de Pingus y Vega Sicilia. También, hallaron 28 botellas de vino falsificadas, sellos, tampones, troqueladoras, moldes, planchas metálicas, etiquetas, cajas de embalaje de madera a nombre de una de las empresas perjudicadas, así como material informático e impresoras.
Esta investigación se inició en octubre por una denuncia presentada en Navalcarnero por una de las marcas afectadas, Pingus. A raíz de esta denuncia, los agentes constataron a través del análisis del portal web de venta que se estaba comercializando esta marca vendiéndose la botella en algunas ocasiones hasta los 1.900 euros.
Para falsificarlo, los implicados adquirían un vino con propiedades similares y de la misma denominación de origen pero a un precio más económico. Después, lo envasaban en botellas con similares características.
De hecho, el cabecilla de la organización organizaba catas
de vino mediante las que preguntaba a los asistentes cuál de los vinos que les
presentaba tenían un aroma similar al de Pingus o al de Vega Sicilia.
También, adquirían corchos y tapones parecidos a los de las
marcas para serigrafiarlos con una máquina de fabricación casera que había
diseñado para estampar los logos y los anagramas.
Las etiquetas las adquirían en una imprenta de A Coruña,
también investigada, aunque la organización disponía de un taller con sistemas
informáticos avanzados.
Según ha explicado el teniente de la Benemérita Antonio Abel Marín entre los detenidos se encuentra un argentino, dos colombianos y cinco españoles y en el ámbito internacional estaba implicado un señor de 71 años residente en Cerceda.
Tres de estos implicados, tenían antecedentes penales. En este punto, ha expuesto que comprobaron que llegaron a vender más de 1.500 botellas de vino de diferentes marcas falsificadas desde el año 2014, pudiendo obtener un beneficio de más de un millón y medio de euros.
No obstante, el teniente ha asegurado que no existen
botellas falsificadas actualmente en el mercado, y que, quizás, exista alguna
que se haya adquirido a nivel individual.
Por su parte, el coronel de la Comandancia de Madrid, Diego
Pérez de los Cobos, se ha instado a los ciudadanos a no dejarse llevar por la
publicidad engañosa que invita a comprar productos de alta gama" y que
compren por cauces oficiales.
Se ha pedido a las empresas que cuando detecten este tipo de
acciones contacten cuanto antes con el Instituto Armado para que la estafa sea
menor.