Radicalización juvenil

GKS, la escisión 'borroka' que rompe con Bildu: la nueva cara de la radicalidad juvenil en Euskadi

¿Qué dicen? Los enfrentamientos con la Ertzaintza en Pamplona y Vitoria vuelven a poner en el foco a la Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), el grupo juvenil que acusa a EH Bildu de haberse "aburguesado" y que reivindica la lucha de clases con métodos cada vez más violentos.

GKS, la escisión 'borroka' que rompe con Bildu: la nueva cara de la radicalidad juvenil en Euskadi

Lo ocurrido este jueves en Pamplona y Vitoria no es un hecho aislado. Tampoco lo que pasó el 12 de octubre en Vitoria, cuando un grupo de encapuchados se enfrentó a la Ertzaintza​​ durante una manifestación antifascista. Detrás de estos disturbios, según las investigaciones, está GKS, la Gazte Koordinadora Sozialista, un movimiento juvenil nacido de una escisión radical de Ernai, las juventudes de Sortu y EH Bildu.

Los jóvenes de GKS rompen con el mundo abertzale tradicional porque —dicen— Bildu se ha acomodado y ha abandonado la lucha de clases. Defienden un discurso marxista, anticapitalista y antinstitucional, y no dudan en marcar distancias con la izquierda política que participa en las instituciones.

Desde Ernai, sus antiguos compañeros, les acusan directamente de practicar "violencia organizada". Y los ejemplos recientes refuerzan esa preocupación: los choques con la Ertzaintza en Vitoria durante una marcha contra la Falange, la acampada de julio que acabó en cargas policiales o los incidentes del 8 de octubre en Azpeitia.

El Gobierno vasco y el PNV han encendido las alarmas. "Muchos pensábamos que con el fin de la violencia terrorista de ETA habíamos dejado atrás para siempre algunos comportamientos violentos", advirtió el portavoz Bingen Zupiria, que subrayó que "no se pueden tolerar estos ataques".

La Gazte Koordinadora Sozialista funciona como una red organizada. Su principal pilar es Ikasle Abertzaleak (IA), el colectivo estudiantil que rompió con Sortu y domina la vida política en institutos y centros de FP. A su alrededor orbitan el grupo feminista Itaia y varios sindicatos de vivienda, muy activos en protestas contra los desahucios.

GKS se define como un movimiento juvenil socialista e independentista, pero en la práctica ha recuperado una estética y una actitud que muchos creían desterradas de las calles vascas. Una escisión 'borroka', más joven, más ideológica y más dispuesta a enfrentarse con la policía que a pactar con los partidos.

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