La familia del pequeño Yeremi Vargas, que desapareció en el año 2007 cuando jugaba al lado de su casa en la localidad de Vecindario (Gran Canaria), solicitará que se reabra el caso tras haber recabado nuevos avances en las pruebas que apuntan a Juan Antonio Ojeda 'El Rubio'.

El abogado de la familia, Marcos García Montes, ha convocado a la prensa este mismo miércoles para presentar esos avances, que se basan en el testimonio de un niño que reconoció el coche del sospechoso en el lugar donde se produjo la desaparición del menor.

Se trata de un niño que en aquel entonces tenía 12 años y que el juez del caso ya desestimó. Este menor explicó que vió un coche blanco rondando por el barrio e incluso llegó a describir que ese vehículo tenía una pegatina de una palmera, la misma descripción del coche de 'El Rubio'. A pesar de ello, este testigo señaló que se trataba de un Opel, pero el coche del principal sospechoso era un Renault, motivo por que el juez rechazó ese testimonio. Él ahora tiene 25 años y dice recordar aquel día perfectamente.

García Montes ha destacado que dentro de las pruebas aportadas con anterioridad está que el propio Rubio se coloca en el lugar donde fue visto Yéremi por última vez y que, en su versión, se refiere a un "niño azul, que es la única verdad que cuenta", a su juicio.

El letrado de la familia recalca que hasta ahora nadie ha prestado atención a este detalle "tan importante", pues Yéremi Vargas sufría cianosis desde que nació, como así consta en un informe del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria. Esta enfermedad hace que, en situaciones de estrés, las personas que la sufren se pongan de color azul, ha explicado el abogado, quien ha dicho que no cree que "haya muchos niños con cianosis".

Antonio Ojeda Bordón salió el pasado 9 de marzo -un día antes de que se cumplieran 13 años de la desaparición de Yéremi- de prisión tras cumplir una condena de cinco años por abusos sexuales a otro niño de nueve años en 2012 en Vecindario, Gran Canaria. Para la familia sigue siendo el principal sospechoso de la desaparición y su abogado apunta que "cuando se conozcan las pruebas van a tener que reabrir el caso".

El caso Yéremi Vargas, sin un culpable tras 13 años

A Yéremi Vargas se le perdió la pista a los 7 años mientras jugaba en un descampado cerca de la vivienda familiar en Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria).

La investigación, que no ha cesado en todos estos años, dio un nuevo giro cuando la Guardia Civil anunció el 3 de marzo de 2012 que tenía nuevos datos sobre un vehículo y ropa del menor, pidiendo la colaboración ciudadana esperando que estos contribuyeran a mantener vivo el caso a partir de algún detalle proporcionado por los vecinos.

Así, en el año 2012, la Benemérita trabajó sobre varias hipótesis, tales como venganza familiar, tráfico de seres humanos, pederastia o tráfico de órganos. Por ello, investigaron a 195 personas acusadas de pederastia, menores de 65 años y con delitos a niños menores de quince años, a 15 presos acusados por estos mismos delitos y a varias personas de la isla vinculadas a este tipo de delitos.

De este modo, el 1 de junio de 2016 la Guardia Civil localizó a un sospechoso de la desaparición y homicidio de Yéremi, se trataba de Antonio Ojeda 'El Rubio', que se encontraba en prisión en Algeciras (Cádiz) desde 2015 por abusar sexualmente de otro menor. A finales de ese mes, el sospechoso fue trasladado hasta la cárcel de Juan Grande, al sur de Gran Canaria, compareciendo ante el juez el día 13 de julio, aunque se negó a declarar y a ofrecer muestras de ADN.

Posteriormente, durante el mes de septiembre de 2016 un compañero de celda de 'El Rubio' dijo que le había contado cómo un vecino acabó con la vida del menor y quemó su cuerpo, algo que el acusado niega; mientras que a finales de 2016, Antonio Ojeda fue condenado a cinco años de prisión por una agresión a otro menor que jugaba en una calle de El Doctoral en el año 2012, saliendo de la cárcel por ello este lunes, 9 de marzo de 2020.

En ese momento, otro compañero de prisión contó que tras conocer esta sentencia, se hundió y dijo que el caso de Yéremi "se le había ido de las manos" y que tuvo que "desaparecerlo".

Sin embargo, el Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana, que se ocupaba del caso desde el día de la desaparición del pequeño, finalmente consideró que no existían pruebas ni indicios sólidos que incriminasen a 'El Rubio' en el caso de Yéremi, archivando las diligencias abiertas contra él, decisión que fue ratificada en marzo de 2018 por la Audiencia de Las Palmas.