Alex es un bebe prematuro que nació con tan solo 29 semanas de vida. Los médicos advirtieron a sus padres de que era complicado que su hijo lograse sobrevivir, había tenido varios problemas de salud que hacían peligrar su vida.
Por ello, tuvieron que ingresarlo en el Hospital de Colorado. Los padres del pequeño se cogieron unos días libres para cuidarlo pero tuvieron que volver al trabajo. Su salud era tan delicada que en varias ocasiones tuvieron que reanimarlo porque su corazón dejó de latir. "Axel ha muerto en nuestros brazos varias veces", relataba el padre a Khou.
Por ello, el bebé necesitaba a alguien que estuviera con él todo el tiempo hasta que empezase a mejorar. La madre del pequeño es policía y sus compañeros de trabajo, al verla desolada por no querer dejar a su hijo solo tanto tiempo, decidieron colaborar.
Los oficiales reorganizaron sus turnos y los ajustaron para poder visitar a Alex y estar con él mientras los padres trabajaban. Después de varios meses el pequeño comenzó a mejorar y ahora ya ha vuelto a casa.