La consellera valenciana de Justicia, Gabriela Bravo, ha pedido a la Unidad Adscrita a la Generalitat del Cuerpo Nacional de Policía que abra una investigación sobre la fiesta que dio origen al brote de al menos 131 contagios en el colegio mayor Galileo Galilei de Valencia y determinar la responsabilidad de sus organizadores o participantes.

Tras esta petición, agentes de la Policía Nacional se han presentado esta mañana por sorpresa en las instalaciones del colegio mayor intentando reunirse con los responsables del centro.

A la residencia universitaria han acudido tres agentes, dos de los cuales han subido al primer piso y otro que ha permanecido en la recepción, intentando recabar toda la información sobre la fiesta.

Esta investigación determinará las posibles sanciones derivadas de la aplicación del Decreto ley 11/2020 de Régimen Sancionador específico contra los incumplimientos de las disposiciones reguladoras de las medidas de prevención de la COVID-19, que pueden ascender hasta los 600.000 euros.

Esta medida se toma después de que, este martes, la Conselleria de Innovación y Universidades pusiera en conocimiento de la Conselleria de Justicia la suspensión de las clases presenciales en la Universitat Politècnica de València como consecuencia de un brote de COVID-19, que "pudiera tener un origen social en el colegio mayor Galileo Galilei, de titularidad privada".

El comité de disciplina de este Colegio Mayor, por su parte, ha iniciado un expediente informativo para "determinar y esclarecer" cualquier conducta que haya ido en contra de las normas establecidas por el centro tras la celebración en sus instalaciones de una fiesta que originó un brote de COVID-19.

Así lo han asegurado a EFE fuentes del Colegio Mayor, que han indicado que de las 603 pruebas PCR realizadas a estudiantes y personal, 131 han dado resultado positivo y 472, negativo.

Ningún trabajador del Galileo Galilei ha resultado afectado y los 131 estudiantes que han dado positivo están confinados en las instalaciones del centro, donde permanecen "asintomáticos" y en buen estado, según las fuentes, que han indicado que el confinamiento se prolongará ocho días naturales, a contar desde este lunes.

El brote declarado a raíz de la fiesta en el Colegio Mayor afectó a estudiantes de distintas universidades valencianas y obligó a la UPV a suspender las clases presenciales y hacerlas online desde este lunes y a la Conselleria de Sanidad a confinar a los estudiantes afectados y a suspender las prácticas de Ciencias de la Salud entre el 6 y el 16 de octubre.

Según las fuentes del Galileo Galilei, el Colegio Mayor tiene un médico interno pero se han triplicado los recursos y en este momento hay tres facultativos, se ha llegado a un acuerdo con Quirónsalud para que "estén velando por que los estudiantes sigan bien", y se han adquirido test de antígenos para ir haciendo pruebas de forma periódica.

También han indicado que la dirección del centro desconocía que iba a celebrarse la fiesta, en la que participaron alrededor de cincuenta personas, y que al haber menos personal los fines de semana -uno en recepción hasta las nueve de la noche y luego el de seguridad- no se oyó lo que ocurría en la terraza.

"Cuando llevaban un rato alguien avisó y al momento subieron y vieron que había gente a los que obligaron a irse", han indicado las fuentes, que han explicado que han estado "en todo momento" en contacto con la Conselleria de Sanidad y entienden la medida de confinar a los estudiantes afectados por prevención.