Las gemelas que se lanzaron desde un tercer piso en Sallent, Barcelona, estaban recibiendo ayuda psicológica. Desde su entorno afirman que las menores, de 12 años, eran víctimas de acoso escolar por parte de algunos de sus compañeros de instituto.
En concreto, una de ellas había pedido que la llamaran Iván y se había cortado el pelo para masculinizar su aspecto, algo que desató más aún las burlas de algunos de sus compañeros. "Desde que empezaron el colegio, ya solo por ser nuevas, se metían con ellas", ha indicado una alumna.
Además, familiares y allegados de las menores aseguran que sufrían estas situaciones desde que llegaron a España, ya que son de origen argentino. Así, afirman que, pimero en el colegio y después en el instituto, se metían con ellas por su acento. Burlas que aumentaron cuando Alana se cortó el pelo y pidió que la llamaran Iván.
Los Mossos están investigando todo el entorno de las chicas y examinando al detalle el contenido de las dos cartas de despedida que las jóvenes dejaron escritas antes de tirarse al vacío.
Por el momento, aún no se descarta ninguna hipótesis. Sin embargo, el Ayuntamiento y la Consellería de Educación apuntan hacia los problemas que al parecer sufría la familia y no a un presunto caso de acoso escolar.
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Los servicios sociales llevaban un tiempo haciendo seguimiento de su situación. De hecho, aseguran que tanto desde el instituto como desde el Ayuntamiento se les estaba ofreciendo ayuda psicológica. Es decir, estaban activados todos los recursos disponibles en cuanto a ayudas social y psicológica, pero algo tuvo que fallar, porque nada de eso evitó que las adolescentes quisieran quitarse la vida.
Con algún 'pero'
La Justicia ratifica que llamar "gilipollas" a un jefe no es motivo de despido
Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.