La pandemia ha aumentado el gasto hospitalario público un 11%, y ese exceso solo se costea a través de los impuestos. En plena controversia por la huida de Youtubers y otros 'streamers' a Andorra para tener una tributación menor, en laSexta seguimos incidiendo en la asistencia pública que se soporta mediante el esfuerzo fiscal de los contribuyentes.

Si bien la semana pasada nos fijamos en servicios generales de urbanismo y salud, esta semana nos centramos en los gastos médicos derivados de la covid-19, sobre todo en los casos extremos causados por el agravamiento de la enfermedad. ¿Cuánto cuesta la atención a un enfermo de covid? ¿Quién sostiene ese desembolso? Acudimos a los datos para dar respuesta.

¿Qué necesita un enfermo de coronavirus?

Para calcularlo hemos recopilado distintos tratamientos o pruebas necesarios para pacientes covid, sobre todo qué pasa cuando el estado de salud del paciente se complica. Nada más entrar en una unidad de cuidados intensivos (UCI) el gasto se dispara, las posibilidades de sufrir infecciones crecen y el coste de un solo paciente puede alcanzar fácilmente los cien mil euros de gasto.

Los precios de determinadas pruebas diagnósticas varían según la comunidad autónoma. Para hacer nuestro cálculo, nos hemos basado en precios públicos de referencia (ver nota metodológica al final del artículo), que incluye el coste de todo el servicio al completo. Dicho de otro modo, es la factura que no pagaremos de nuestro bolsillo en caso de necesitar esta atención… salvo la parte que nos corresponde como contribuyentes.

De igual forma, todos los profesionales sanitarios consultados recuerdan que ningún paciente es igual: cada uno va a tener distintas necesidades o complicaciones y, por supuesto, el coste final va a depender del número de días de ingreso. Además, teniendo en cuenta que buena parte de la población que acaba siendo hospitalizada son mayores o tienen patologías previas, hay que sumarle los tratamientos específicos para esa persona.

Extraer una cuenta exacta es muy complicado, pero como mínimo, en caso de hospitalización hablaremos de miles de euros. Algo que pondría en serias dificultades a muchas familias si tuvieran que costearlo.

Cuando un enfermo de coronavirus entra por urgencias, lo primero que se hace es confirmar el positivo mediante un test. Según los precios que publica el Instituto Catalán de Salut, una PCR tiene un coste de 93 euros, aunque en urgencias se duplica. Si el resultado no es concluyente y hay que repetir o hacer otro cribado distinto del nasofaríngeo, hay que sumar otros 93 euros por cada uno. Un test serológico completo, por su parte, cuesta 64,08 euros (IgG + IgM), y un test rápido, 22,50.

A un paciente que requiere ingreso, aunque todavía no esté grave, se le harán radiografías de tórax también de forma recurrente para detectar neumonías (15€ cada una). En UCI, estas pruebas se harán casi a diario, como explica Vanessa, técnica de rayos en un hospital madrileño. También es frecuente que se hagan otro tipo de pruebas radiológicas, como TAC de abdomen o de tórax una vez pasada la enfermedad (110€), o ecografías (entre 60 y 80€).

El coste medio de una neumonía, por la que se hospitalizan más de 100.000 personas al año, es de 3.314 euros de media.

Pero todo crece en el momento en el que una persona sufre complicaciones y requiere entrar en una UCI. Cuando los pulmones fallan, y se requiere respiración mecánica invasiva porque la máscara de oxígeno tampoco basta, hace falta una traqueostomía. El coste puede oscilar entre los 56.927 euros de media hasta los 66.458, dependiendo de su complejidad. Según la Sociedad Española de Medicina Intensiva (SEMICYUC), en la primera ola el 82% de los pacientes covid en las UCI necesitaron ventilación mecánica, el doble de lo que era habitual antes de la llegada de la covid.

En la primera ola, el 82% de los pacientes covid en las UCI necesitaron ventilación mecánica, el doble de lo habitual

Desde que comenzó la pandemia hemos visto cientos de veces la imagen de pacientes intubados; algunos de ellos han estado semanas. Y eso les convierte en carne de infecciones: más de un tercio de los pacientes críticos contrajeron infecciones en el hospital durante la primera ola de la pandemia, siete veces más que en 2019, según datos de la SEMICYUC.

Y según pasan los días, mayor es la probabilidad de sufrir una infección. Entre las más comunes, las urinarias y las respiratorias. Su coste está en torno a los 2.600 euros en ambos extremos.

Este coronavirus, que determina nuestras vidas desde hace casi un año, ha puesto al límite la salud de las personas y ha hecho aumentar los casos en los que es necesario ir más allá de la ventilación mecánica. Los pulmones están extremadamente inflamados, el oxígeno no llega y se requiere otra técnica: la ventilación extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés), una costosa máquina que extrae la sangre, la oxigena y la devuelve al cuerpo.

Según los datos de Sanidad, se practica a algo más de 500 personas al año, pero no es difícil suponer que esta cifra aumentará cuando dispongamos de los datos en tiempos de pandemia, aún no disponibles. Esta tecnología, que ha salvado muchas vidas en estos meses, añade de media 38.917 euros a esta hipotética factura.

Así, el coste mínimo de un paciente en UCI sería de 66.000 euros (con ventilación mecánica) o de más de 100.000 si requiere un ECMO. Y todo ello de partida, sin tener en cuenta los días de estancia en el hospital o multiplicar el coste por el número de radiografías, PCR u otras pruebas que se hagan.

Además, habría que añadir otros gastos: analíticas de sangre diarias, las vías intravenosas necesarias y los medicamentos administrados, catéteres, filtros, sonda urinaria, los equipos de protección de los profesionales sanitarios… Una lista interminable de necesidades que atender y que aumentan el gasto sanitario soportado por los impuestos de los contribuyentes.

¿Cuánto cuesta cada paciente?

El coronavirus ha puesto a prueba al sistema sanitario y esto se traduce en la factura global de la sanidad pública, donde se puede ver cómo ha solapado al resto de la atención hospitalaria. Según el último dato disponible, del pasado mes de noviembre, en un año el gasto farmacéutico y sanitario aumentó un 11%. En abril, en plena vorágine de la primera ola, ese aumento alcanzó el 12,6%. Es el mayor de los últimos cinco años, a partir de datos que publica el Ministerio de Hacienda.

Este aumento se debe sobre todo al coronavirus. Hacienda ha añadido en sus datos un desglose del coste de los productos sanitarios sin prescripción médica (no incluye fármacos ni productos sanitarios con receta médica), y el aumento fue de un 38,7% en noviembre, mientras que en los servicios sanitarios no relacionados con covid había caído un 13,4%, como vemos en este gráfico. Se considera producto sanitario cualquier instrumento, dispositivo, equipo, programa informático o material sanitario utilizado para el diagnóstico, prevención, control o tratamiento de una enfermedad; estos pueden ser desde jeringuillas para las extracciones de sangre, hasta una compleja máquina de diagnóstico.

Este mismo gasto, solo el de material sanitario sin receta, ascendió entre enero y noviembre de 2020 a 2.324 millones de euros en toda España. Esto equivale a un coste medio por paciente de 12.046 euros. Esta cantidad no tiene en cuenta fármacos o productos sanitarios con receta, que representan el 75% del gasto hospitalario.

Por comunidades, contrasta la enorme diferencia de gasto entre unas y otras. El paciente más caro es el de Canarias, que casi alcanza los 40.000 euros (siempre solo en material sanitario), una cantidad nueve veces mayor que la de Aragón, que dedicó, hasta noviembre, 4.431 euros por paciente.

Seguramente, cuatro mil, cuarenta mil o incluso los más de cien mil euros de un paciente grave sean nada para quienes decidenemigrar a Andorra o a otros territorios de baja fiscalidad. Pero una factura de ese nivel podría suponer la muerte económica de muchas familias de tener que sufragar el coste de pasar por el hospital. Por suerte, la cobertura pública que tenemos, con todos sus defectos, lo evita.

Nota metodológica

Para obtener los costes de las pruebas diagnósticas o de los tratamientos sanitarios hemos consultado los precios públicos correspondientes a los servicios que prestan los diferentes servicios de salud de las comunidades autónomas. Estos precios se publican para casos en los que la persona no tiene cobertura sanitaria, o cuando se necesita pasar factura a otra entidad. Por ello, estos costes suelen computar tanto los recursos materiales como humanos necesarios para practicar esa prueba. Se han consultado listados de precios de Cataluña, Andalucía, Madrid y Castilla y León.

Los costes de las traqueostomías, neumonía o ECMO se han obtenido del Registro de Altas de los Hospitales Generales del Sistema Nacional de Salud y corresponden a 2018, los últimos que hay disponibles.

Por último, el gasto farmacéutico se ha obtenido a partir de la serie Gasto Farmacéutico y Sanitarioque publica el Ministerio de Hacienda, y para el cálculo del gasto por paciente hemos extraído los datos de hospitalizados por covid-19 en las comunidades autónomas que notificó el 1 de diciembre el Ministerio de Sanidad (actualización nº 262).