Surtidores de todo
Las gasolineras, de suministrar gasolina a ser el único comercio y punto de encuentro en la España olvidada
El contexto Llegaron a Barcelona en 1924. Los periódicos ya hablaban del automóvil y era necesario dar servicio a los pocos afortunados que tenían uno. Así nacieron los primeros surtidores, que vendían nada más que gasolina. Ahora, hacen hasta de cajeros de dinero en efectivo.

Resumen IA supervisado
La despoblación de muchos pueblos en España ha llevado al cierre de bares, comercios y sucursales bancarias, haciendo que las gasolineras se conviertan en puntos clave para las comunidades rurales. En Torre del Burgo, Guadalajara, la gasolinera no solo ofrece combustible, sino que también vende productos básicos y actúa como centro social. Con menos de 300 habitantes, este lugar se ha transformado en un espacio de encuentro, donde incluso se puede retirar dinero en efectivo, un servicio muy valorado debido a la escasez de cajeros. Las gasolineras han evolucionado significativamente en 100 años, adaptándose a las necesidades cambiantes de la sociedad.
* Resumen supervisado por periodistas.
La despoblación de muchos pueblos está provocando el cierre de bares, de comercios o de sucursales bancarias. De ahí que las gasolineras se estén convirtiendo en la solución para, por ejemplo, poder sacar dinero en efectivo, comprar el pan o como simple punto de encuentro para los vecinos de los pueblos cercanos. Nada que ver con lo que eran hace unos años.
Bienvenidos a Torre del Burgo, en Guadalajara, y bienvenidos también a su gasolinera. "Yo aquí le compro todo, crema de afeitar, de esto para echarte debajo de los sobacos..." O dicho de otro modo, Gabriel nos cuenta cómo compra en la gasolinera de su pueblo lo esencial para ir tirando. "Porque si no, me tengo que ir a 20 kilómetros", reconoce.
Porque en este municipio guadalajareño no hay más de 300 habitantes y la gasolinera, con los años, se ha ido convirtiendo en un lugar de encuentro. "Bueno, aquí se pone también el frutero", dice uno de los trabajadores de este punto de suministros. "En invierno, nos juntamos ahí todos. Van todos los mayores a tomar el cafetito", nos explica otro vecino que llega a definir la gasolinera de Torre del Burgo como "¡un bien social!".
Porque de ellas, dependen muchos vecinos de la España olvidada. Llegaron a Barcelona en 1924. Los periódicos ya hablaban del automóvil y era necesario dar servicio a los pocos afortunados que tenían uno. Así nacieron los primeros surtidores, que vendían nada más que gasolina. Por entonces, escuchábamos en el Nodo: "Tiene a su disposición unas áreas de descanso, donde puede reposar o tomar un refresco".
Han pasado 100 años de transformación, adaptándose a la España del momento. Hasta ser grandes estaciones de servicio, que responden al crecimiento económico. Ya en los años 80 llegó el telepago. Poco después, los supermercados en las propias estaciones, aunque aún veíamos pesetas cuando empezaron a venderse hasta teléfonos móviles en su interior.
Tanto han cambiado, que ya hay gasolineras que funcionan también como surtidor de dinero en efectivo. "Es muy cómodo, porque que te den este servicio cuando cada vez hay menos cajeros", es algo muy valorado por los vecinos de los pueblos de las zonas más vacías.
Porque donde unos quitan, otros buscan cómo potenciarse y ganarse al vecino que lo necesita. "Aquí tenemos a nuestro producto estrella, que nos da café a todo el pueblo", celebra el responsable de la gasolinera de Torre del Burgo.