Después de que varios residentes de Miyazaki, Japón, enfermaran tras ser picados por garrapatas, el Gobierno del lugar realizó una conferencia de concienciación sobre el síndrome de la trombocitopenia transmitida por este tipo de insectos (SFTS, en sus siglas en inglés).
Los expertos llevaron al evento una garrapata viva y otra muerta para que fueran fotografiadas por los periodistas, pero en el momento en el que uno de los funcionarios intentó recoger al insecto que estaba vivo, éste desapareció, provocando el pánico entre los allí presentes, que comenzaron a buscarlo por todos sitios, pero al no encontrarlo, la habitación tuvo que ser rociada con insecticida.
El síndrome de la trombocitopenia transmitida por garrapatas puede llegar a ser mortal. Sus síntomas pueden ser desde fiebre, o una reducción en las células que coagulan la sangre para prevenir que las personas se desangren a náuseas y vómitos, e, incluso, una disminución de los glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones en el cuerpo.
Además, normalmente, los síntomas se desarrollan las dos semanas después de la infección. Se dice que el virus tiene tasas de mortalidad elevadas de hasta el 30% y que las personas mayores de 50 años corren un mayor riesgo. El mes pasado, el Gobierno de la prefectura de Ehime anunció la muerte de un granjero a los 60 años, de la ciudad de Shikokuchuo, tras enfermar por este síndrome.Ante el peligro de la situación, el gobernador de Miyazaki, Shunji Kono, explicó según el diario digital 'Daily Mail' que deberían de haber sido "más cuidadosos con la gestión de la seguridad, ya que la prefectura está en alerta".
El SFTS es una enfermedad relativamente nueva que se ha encontrado en varios países asiáticos como China, Corea y Japón. El primer caso reportado de SFTS por una picadura de garrapata fue en 2013, pero el síndrome se descubrió por primera vez en China en 2009, según los medios de comunicación japoneses.
"Le habían lavado el cerebro"
De California a Manresa para rescatar a su hermana de una secta: "El cura me agarró y me tiró al suelo"
Los motivos Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.