Tres perros que fueron abandonados, ahora se han "doctorado" como terapeutas caninos, una unidad única en Andalucía que ayuda a pacientes pediátricos oncológicos y a niños en rehabilitación desde el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
Esta es la historia de Garbanzo, Padi y Pecas que acompañan en su recuperación a Alejandro, un pequeño de diez años y una sonrisa ya veterana en el Materno Infantil de Granada, que sueña con ser matemático, porque le gustan las "mates" o veterinario, una nueva vocación donde algo han tenido que ver los tres perros.
Además, Alejandro es uno de los primeros pacientes en disfrutar de estas sesiones de rehabilitación con los tres perros adiestrados para tratar con pacientes pediátricos oncológicos.
"La primera vez vino Pecas, y me gustó mucho porque hace muchas cosas, lo acaricio, a veces le doy de comer, hacemos trucos", ha recordado Alejandro, que a veces soborna con galletas perrunas a su otro terapeuta, Garbanzo, para que le eche una pata con lo suyo.
Esta unidad canina forma parte de las acciones lúdicas del Materno y convierte a los perros en los aliados perfectos para ahuyentar el miedo, el dolor y la pereza desde el juego, ese ingrediente principal e imprescindible para unos pacientes que, sobre cualquier enfermedad, son niños.
"Los cambios se ven desde el minuto uno en niños a los que les costaba hacer determinado ejercicio por dolor, por desidia, por miedos, y que utilizan los juegos para superarlo. Se genera una adherencia, con mucha implicación de los niños en la terapia", ha explicado Javier Rodríguez Ruiz, jefe del bloque pediátrico del hospital.
Los tres perros fueron recogidos de la calle tras ser víctimas de abandono y se han "doctorado" como terapeutas gracias a la empresa de adiestramiento Hachiko, que los ha formado para ayudar a pacientes pediátricos oncológicos a combatir el estrés con sesiones de una media de 40 minutos.
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