Los alumnos del colegio Emilio Navasqüés de Outes, A Coruña, se manifiestan contra el cierre repentino de su centro escolar. "Es un colegio de una zona rural donde había 72 alumnos para el próximo curso. Es una familia grande y es como desmembrar una familia", cuenta Anxo Núñez, portavoz de BNG.

"Vamos a recoger a los niños al cole y nos enteramos de que nos quieren cerrar el cole", asegura un padre del centro escolar. La Xunta echa el cierre de varias escuelas, no lo han comunicado hasta el último día de clase y por teléfono.

Va a suponer el desplazamiento de más de 500 escolares gallegos. "Exigimos la inmediata comparecencia del conselleiro de Eduación y Cultura en el Parlamento, que estuvo aquí hace unos días y no se le ocurrió comentar nada del cierre de colegios", dice Luca Chao, parlamentaria de En Marea.

Se han unido todos los vecinos para pedir explicaciones a su gobierno local, quieren que medie con la Xunta para que su colegio continúe abierto. "A estas alturas dónde los llevas, dónde te presentas con tus hijos ahora para matricularlo a estas alturas", pregunta Esperanza Lestón, presidenta del Ampa CEIP Emilio Navasqüés de Outes.

Los centros cerrados pasarán a fusionarse con los más cercanos, pero con horarios y prestaciones distintas. "Hay padres que no puede compatibilizar la vida familiar", dice Yolanda Romero, madre afectada.

Es el caso del centro coruñés de As Pontes que contaba incluso con un aula de educación especial. "Estamos completamente desesperados", confiesa un padre del centro escolar. Desde la Xunta hablan de una reordenación de los centros pero de momento estos niños se quedan sin cole y sin sueño.