La familia de Jesús, el turista español hospitalizado en República Dominicana, cree que el hotel de Punta Cana en el que este valenciano y su mujer pretendían pasar unos días de descanso es, en gran medida, el responsable de la pesadilla en que se convirtieron sus vacaciones.

"Todo esto ha ocurrido por dejación del hospital y del hotel, que es el principal culpable", sostiene su cuñado, Paco González, en declaraciones a laSexta. Cuenta que Jesús "se resbaló porque había una fuga de agua" en el baño de la habitación, una "negligencia" que le causó una fractura de la cadera y el fémur y que a su vez derivó en graves complicaciones de salud y elevados gastos médicos.

Están particularmente indignados con el trato del resort, que no solo no se ha hecho responsable del accidente, sino que les echó de la habitación una vez concluida su reserva. Una estancia que apenas disfrutaron, puesto que la caída se produjo a las pocas horas de llegar.

"El hotel les dijo que tenían que abandonar la habitación", indica Paco, que detalla que el seguro de viajes buscó entonces "un alojamiento más económico" para la mujer de Jesús, Araceli, y su hijo Javier, que ante la gravedad de la situación se desplazó hasta República Dominicana para acompañar a sus padres y desde allí denunció la situación, con un vídeo que puedes ver aquí:

La familia desconoce si la legislación dominicana prevé que el hotel deba hacerse cargo de los gastos médicos, pero los familiares que están en España ya se han puesto en contacto con FACUA, donde les han indicado que "hasta que ellos lleguen no se puede mover el tema", según Paco. No obstante, precisa, serán sus cuñados quienes, a su regreso a Valencia y una vez pasado el susto, decidirán si finalmente emprenden acciones legales.

Espera y complicaciones en el hospital

Por otra parte, Paco también critica la actuación del hospital dominicano en el que ingresaron a su cuñado. Según su relato, una vez allí, Jesús estuvo 20 horas en un box esperando a que le asignaran una habitación, pues el centro se negaba a darle una hasta que el seguro abonara 5.000 dólares. "Aquí [en España] entras al hospital con la pierna destrozada y te meten al quirófano directamente", compara.

Después, la operación que precisaba Jesús se demoró otros tres días, porque el hospital no le intervino hasta que el seguro tramitó el resto del dinero para costear la intervención. Entretanto, a Jesús, que es diabético, se le formaron coágulos en la pierna y comenzaron a sucederse las complicaciones: le fallaron los riñones, se le encharcaron los pulmones y los médicos le sedaron, induciéndole un coma y aplicándole respiración asistida.

Mientras la desesperación del matrimonio iba en aumento, también lo hacían los gastos médicos: según Paco, cada día en la UCI cuesta unos 5.000 euros, más otros 2.000 por cada noche de estancia en planta.

Así, tras casi dos semanas en el hospital, la familia calculaba que tendrían que pagar "entre 50.000 y 60.000 euros" por las facturas médicas. Sin embargo, dice Paco, el eco que numerosos medios se han hecho de su caso ha llevado al seguro a hacerse cargo de la mayor parte de los gastos, pese a lo cual tendrán que abonar 4.400 euros de su propio bolsillo.

Paco critica el "abandono total" que su cuñado ha sufrido por parte del centro hospitalario y reprocha que, además, "siendo un hospital que vale ese dineral", a su cuñado se le han formado "tres llagas en la espalda" tras tantos días en cama, que los médicos no han sido capaces de curarle.

Por todo ello la familia estaba desesperada por conseguir su repatriación a España, que, finalmente y si todo va según lo previsto, tendrá lugar en pocas horas. "Queremos que le vea su médico en Valencia", reitera Paco, que añade que su Jesús "está ansioso por salir de allí" y poder volver a casa.