En uno de los momentos de mayor virulencia del incendio de Campanar, en Valencia, las cámaras captaron una imagen atípica: es lo que se conoce como 'fuego azul' y la prueba de que en el edificio llegaron a superarse los 1.300 grados. Según los expertos, es muy raro ver algo así en un incendio de estas características.
Este fenómeno puede apreciarse en el vídeo del incendio que ilustra estas líneas, correspondiente al incendio declarado este jueves: a la derecha, una virulenta llama de color anaranjado, y a la izquierda, en el interior de esa vivienda, una sorprendente e impactante llama de color azul. "Este es un fuego totalmente atípico y por supuesto digno de estudio, principalmente para los métodos de actuación por parte de bomberos", señala el sargento de Bomberos David Grafulla.
Según los expertos, esas llamas azules son las peores que podemos ver en un incendio: "La llama azul es lo más tremendo. Está entre 1.300 y 1.500 grados, es el máximo al que llega un fuego", señalaba en este sentido el arquitecto Jesús Anaya este viernes en Al Rojo Vivo. Las llamas se encuentran a distintas temperaturas y son tan altas que por eso podemos ver la luz que emiten. La "carga de fuego", explicaba Anaya, es en este contexto "como la cantidad de madera necesaria para llegar a una temperatura de esas".
El color de las llamas indica su temperatura: si la luz es rojiza indica que está entre 500 y 1.000 grados; si el tono es anaranjado o amarillo puede llegar hasta los 1.200 grados y si esa luz es azul, su temperatura supera los 1.300 grados. "Efectivamente se ve en las puntas que aparece en algún caso fuego azul", confirmaba el arquitecto ante las imágenes en ARV.
Se desconocen de momento las causas que originaron este fuego azul, que en cualquier caso refleja el infierno en el que se convirtió el edificio siniestrado.
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