Pretendían blanquear dinero procedente del narcotráfico en España, pero la Policía Nacional, los Mossos d'Esquadra y la Policía de Países Bajos han frustrado el intento de asentarse en Cataluña de la 'Mocro-Mafia' holandesa, uno de los grupos criminales más peligrosos del mundo.

Tres de sus integrantes han sido detenidos -dos de ellos en La Haya y otro en Mataró- acusados de blanqueo de capitales, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.

Además, los agentes han intervenido armas de fuego real, munición y aproximadamente dos millones de euros que el grupo utilizaba para adquirir pisos, bienes de lujo y vehículos de alta gama. En los registros también se han encontrado las sustancias estupefacientes con las que comerciaban.

La 'Mocro-Mafia' la forman diferentes clanes, que operan principalmente en los Países Bajos y Bélgica, integrados principalmente por personas de origen magrebí. En concreto, utilizan los puertos de Róterdam y Amberes y están detrás de las amenazas de secuestro a la princesa de Holanda, el asesinato de un periodista en Ámsterdam o el intento de asesinato de un fiscal.

Su objetivo, según ha apuntado el inspector de Anticorrupción de la Policía Nacional Esteban Patricio, era instalarse en Cataluña para "canalizar los beneficios obtenidos con las diversas actividades delictivas que realizaban en diferentes países de Europa". José Merino, subinspector de la Unidad Central de Delitos Económicos de los Mossos, ha explicado que "lo que estaban haciendo aquí es iniciar un proceso de lavado de fondos que tenían su origen en una actividad delincuencial anterior".

Ahora, después de dos años de investigación, hay dos personas en prisión, cuatro investigados, dos millones de euros incautados y no se descartan nuevas detenciones.