Un pesquero trataba de recoger en alta mar 2.500 kilos de cocaína y la Policía detuvo a los tres marineros. Era sólo el principio de una macrooperación en la que se han detenido a 24 personas.

Entre ellos, el capo gallego Manuel Charlín, que a sus 85 años parece que vuelve a la carga. "Hemos demostrado que se les va a perseguir, se les va a localizar y se van a interrumpir sus operaciones", señala el juez José Antonio Vázquez Taín.

También hay otros históricos detenidos, como Jacinto Santos Viñas o José Andrés Boveda, conocido como 'Sandokán', uno de los lancheros de referencia en las rías gallegas.

Una operación digna de aparecer en series como 'Fariña', en las que retratan a Manuel Charlín como alguien frío y violento, sobre todo, con sus hijos. "Decían que yo pegaba a mis hijos y eso es una mentira como una casa", declaraba el patriarca.

Los que lo conocen aseguran que narcos como él y su hijo nunca dejan la senda de la delincuencia y de la violencia. "Sigue habiendo una motivación económica y es el modo de vida que ellos han desarrollado", señala Fernando Alonso, gerente de la 'Fundación Galega contra o Narcotráfico'.

Charlín contaba hace poco que empezaba a rehacer una vida alejada de las drogas. Una relación que pocas veces ha reconocido.