Ubicado al sur de Peñíscola (Castellón), hay un edificio en la urbanización de Font Nova con tres plantas. En total, en el recinto había una veintena de viviendas. El verbo ya se conjuga en pasado porque durante la tarde de este miércoles se produjo el desastre: alrededor de una tercera parte se ha derrumbado, aunque los servicios de emergencia trabajan para que no se desmoronen más pisos del lugar.

Más de 30 personas (9 familias) son propietarias de una vivienda en el edificio que ha caído. Aun así, se trata de una urbanización más grande, y no todos los propietarios frecuentan el lugar a lo largo del año, puesto que cumple principalmente la función de segunda residencia vacacional.

El recinto está ubicado cerca del mar y en los alrededores de la Sierra de Irta. Concretamente, está a unos 30 minutos del aeropuerto de Castellón, en una zona alejada del casco urbano que suele aumentar considerablemente de población en la temporada estival. Sin ir más lejos, en Peñíscola solo hay censadas 7.700 personas, pero en verano suben de los 100.000.

Se desconocen las causas del derrumbe

En torno a las 19:30 horas de este miércoles, una buena parte de Font Nova se vino abajo. La noticia saltaba y las autoridades iniciaban su trabajo con celeridad ante el temor de que hubiera víctimas. Ahora se ha conocido que ha muerto un menor de entre 14 y 15 años. Otra persona, de la misma familia, ha sido rescatada esta madrugada, y según indican fuentes municipales, hay una tercera víctima que sigue bajo los escombros, la madrastra del fallecido, a la que los bomberos están buscando.

Imagen de los bomberos trabajando en la zona del derrumbe en Font Nova

El alcalde de Peñíscola, Andreu Martínez, ha señalado que en estos momentos se desconocen las causas del derrumbe. Ya este miércoles múltiples testigos confirmaron a laSexta que no se había escuchado ninguna explosión, hipótesis que ya fue descartada por las autoridades. También apuntaron que, en el momento del incidente, no olía ni a quemado ni a gas.

Las principales labores se han centrado, además de en conservar las zonas del edificio que no han caído, en localizar y reconocer quién estaba en el lugar en el momento del derrumbe y quién no. Para ello fue crucial un grupo de WhatsApp que un vecino facilitó a la Guardia Civil. En él están todos los vecinos del inmueble, según ha informado Martínez, y las autoridades pudieron investigar "inquilino por inquilino" la situación.

Tras el incidente, hasta el lugar se desplazaron seis dotaciones de Bomberos y la Unidad de Rescate y Salvamento, la Unidad Canina con perros especializados en búsqueda de personas en derrumbes, equipos de servicios médicos y la Unidad de Rescate en Emergencias y Catástrofe. También el alcalde, que acudió para evaluar la situación y acompañar a los vecinos.