La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado este miércoles una querella contra las empresas alemanas Alamedics GmbH & Co.KG y BSI Group Deutschland y la empresa con sede en Barcelona W.M. Bloss S.A, "por la fabricación, evaluación y comercialización, respectivamente, del producto sanitario defectuoso Ala Octa (perfluoroctano)". El fármaco ha provocado pérdida de visión a varios pacientes por su uso en operaciones de cirugía de retina.

Según detalla el Ministerio Público en el escrito al que ha tenido acceso laSexta, este producto ha causado efectos adversos a 125 españoles usuarios de los servicios sanitarios. Estos pacientes han sufrido efectos adversos como la amaurosis (situación de no percepción de luz en el ojo operado), atrofia del nervio óptico (atrofia óptica), necrosis retiniana y fenómenos de oclusión vascular retiniana con posible envainamiento de la pared de los vasos sanguíneos de la retina, tanto arteriales como venosos.

La Sección de lo Contencioso Administrativo y Social de la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha abierto diligencias de investigación preprocesales tras la denuncia de la Asociación El Defensor del Paciente por "la situación de indefensión y desprotección en la que se encuentran los usuario a los que se aplicó el tratamiento, causándoles pérdida de visión". La Fiscalía investigará lo ocurrido como posibles "delitos contra la salud pública".

Asimismo, en la investigación sobre el producto, el Ministerio Público apreció "la existencia de deficiencias en la fabricación y carencias en los controles de seguridad de la materia prima y de los lotes fabricados". Este fármaco, recoge, ha sido utilizado por el sistema de salud español en 28 centros sanitarios de 13 comunidades autónomas, "con un número total de 125 casos notificados".

Hablan los afectados: "Estoy totalmente ciego, no veo a mis nietos"

Adolfo perdió la vista por completo por culpa de este medicamento: "Estoy totalmente ciego, ni veo a mis nietos ni ya conozco a mis nietos", lamenta este afectado, para quien lo que iba a ser una sencilla operación de retina acabó convirtiéndose en una pesadilla.

"Nos pusieron un producto y venía en mal estado. Nos quedamos ciegos, no veíamos nada", relata por su parte Teodoro. En su caso, perdió la vista solo de un ojo, pero con 61 años ya no pudo seguir trabajando. El producto responsable de su pérdida de visión acabaría siendo retirado del mercado, pero arruinó la vida a más de un centenar de personas como ellos solo España. "Yo necesito una persona [que me acompañe], porque salgo a la calle y me da vértigo", explica Adolfo.

Aunque existe sentencia firme, la mayoría de afectados sigue esperando a cobrar su indemnización, porque la empresa aseguradora encargada del pago es alemana y eso lo ralentiza todo. "Solo unos pocos han logrado cobrar una pequeña parte porque nos asociamos con un bufete de abogados alemán", explica el abogado Víctor Medina. "Estamos luchando en ejecución de sentencia para que de una vez, abonen", señala por su parte el letrado Carlos Gómez Menchaca. "No se hacen cargo, no hay justicia", denuncia Adolfo.