Ismael confesó haber matado a su padre pero, detrás del crimen, los Mossos descubrieron que había otra persona, una amiga que supuestamente le indujo a cometer el asesinato por dinero.

El ocho de junio de 2019 Ismael recibió la orden de matar a su padre. El joven le acuchilló mientras dormía en el cuello y en el tórax. Después, prendió fuego a la vivienda familiar. Ese mismo día fue detenido e ingresado en un psiquiátrico.

"Desde el minuto cero fue diagnosticado de ese brote psicótico", desvela la abogada de Ismael, Aurora Muro. Fue su inseparable amiga Alba, la que durante un año le aisló de sus amigos y le alejó de su familia, según asegura la acusación y Fiscalía.

Creen que la joven le manipuló. Ismael, haciendo incluso que llegase a dejar la universidad. "Me preguntaba de qué trabaja mi madre, de qué lo hacía mi padre... Yo sí que estuve dudando un tiempo y luego decidí acceder al cuerpo", confiesa Ismael.

Alba creó una organización paramilitar y le convenció para realizar transferencias bancarias por unos cursos de formación inexistentes

Transferencias que iban directamente a su cuenta. En abril, con nueve euros de saldo inicial, con dos transferencias, se convierten en 3.054. La realidad era que ese dinero luego lo gastaba en compras personales, Un dinero que Ismael pedía a sus padres hasta que dijeron basta.

Según su defensa, Alba, que fue detenida seis meses después, "es incapaz de inducir a un asesinato". Para la joven, la Fiscalía solicita 35 años de cárcel, por asesinato, incendio por inducción y estafa.