La Fiscalía ha decidido elevar a agresión sexual su acusación contra los seis procesados por haber violado, por turnos, a una menor durante un botellón en Manresa (Barcelona) y ha aumentado la petición de pena hasta entre 14 y 15 años de cárcel.

El Ministerio Público ha modificado así su imputación, que inicialmente calificó de abuso sexual, contra los seis jóvenes que presuntamente violaron a una chica de 14 años en 2016 y cuyo juicio se ha reanudado este lunes ante la sección 22 de la Audiencia de Barcelona, donde también se juzga a un séptimo acusado por masturbarse mientras presenciaba la violación sin impedirla.

Según la fiscal, los seis autores de la violación múltiple, ocurrida en una fábrica abandonada de Manresa, actuaron conforme a una "organización criminal" y se valieron de su superioridad numérica para "intimidar" a la víctima, aprovechándose de su "complexión menuda", su "temprana edad", que se encontraba "bajo el influjo de las drogas" y tenía "nublados el entendimiento, la voluntad y la capacidad de reacción".

"Es como si pisotearan el cuerpo de la víctima para correrse una juerga", ha denunciado la fiscal tras censurar que se ponga el "foco" en la menor y se le exija "ser una héroe" cuando, en realidad, ha dicho, era una joven "con problemas y mucho miedo".

En su informe final, ha aseverado que la víctima "no miente", que tampoco se movió con "ánimo de venganza" y que las pruebas psicológicas han demostrado, por el contrario, que se sintió "avergonzada" y "desbordada" por la violación que sufrió a manos de seis adultos en octubre de 2016 durante un botellón a la que acudió con una amiga suya, una situación "absolutamente denigrante".

Esta superioridad numérica, unida a la mayor complexión de los supuestos agresores, así como la presencia de una pistola de fogueo con la que éstos jugaban durante la noche crearon la situación de "intimidación ambiental" con la que Fiscalía justifica la elevación de su pena, la cual -ha precisado- no ha sido "caprichosa ni interesada".

La fiscal imputa ahora a los seis jóvenes de agresión sexual -en dos casos continuada- y pide penas de 14 y 15 años de cárcel, mientras que para el séptimo acusado requiere una multa de 4.320 euros por el delito de omisión de deber por masturbarse sin impedir la violación múltiple.

Además, en el caso del joven que condujo a la menor hasta una caseta abandonada donde la violó antes de instar a sus amigos a hacer lo mismo por turnos de 15 minutos, se le acusa de cuatro delitos de obstrucción a la justicia por haber amenazado a varios testigos para que no contaran lo ocurrido, por lo que pide para él 10 años más de cárcel a sumar a los 15 por abusos.

Durante su exposición, el Ministerio Público también ha destacado la "coherencia y verosimilitud" del relato de la víctima, quien ha mantenido siempre la misma versión de lo sucedido, admitiendo desde el primer momento que recordaba sólo algunos flashes, y ha criticado que los acusados actuaran "con desprecio a su condición de mujer" e incluso manifestaran que fue "una fiesta".