Los 182 migrantes rescatados por el barco Ocean Viking de la ONG SOS Mediterranée y Médicos Sin Fronteras (MSF) el 17 y el 18 de septiembre han desembarcado en Messina, en la isla italiana de Sicilia, tras un acuerdo de varios países europeos para su reubicación.

La autorización para desembarcar por parte de las autoridades italianas se llevó a cabo después de que los ministros de Interior de Alemania, Francia, Italia y Malta acordaron un principio de pacto, que llevarán a la Unión Europea, de distribución de los migrantes rescatados en el Mediterráneo Central.

Aunque la solución para el Ocean Viking se fraguó antes del acuerdo, responde también a esta prueba de mecanismo de reubicación de migrantes, ya que la UE comunicó que serán cinco países los que se harán cargo de las personas rescatadas por este barco, entre ellos 14 niños y un bebé de pocos días.

Al puerto de Messina no llegaban migrantes desde que el pasado Gobierno aplicó su política de puertos cerrados, pero en el pasado era uno de los lugares predispuestos a la llegada de barcos humanitarios y del operativo europeo Sofía y este martes se ha desplegado todo el mecanismo de acogida.

Luciana Lamorgese, ministra de Interior italiana que ha sustituido a Matteo Salvini tras la crisis en su Gobierno, ha explicado que el pacto consistirá, principalmente, en una redistribución de los "solicitantes de asilo" que hayan sido rescatados en el Mediterráneo Central.

De esta manera, los migrantes rescatados por ONG y barcos militares serán distribuidos en los países de la UE antes de presentar una solicitud de asilo, que se examinará en el país que los acoja, saltándose así lo indicado por el Tratado de Dublín.