Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas y las lluvias nos cuesta más abrir las ventanas en espacios cerrados para ventilarlas. Pero este año, por la pandemia del coronavirus, es imprescindible que nos concienciemos de la necesidad de renovar el aire en lugares como oficinas, clases o centros deportivos, aunque ello conlleve que tengamos que abrigarnos.

Para los expertos la ventilación natural es esencial para evitar el contagio en el interior. María Cruz, investigadora del CSIC, apunta a que es necesario hacer al menos seis renovaciones de aire por hora, es decir, "la renovación del aire debería ser constante".

Filtros HEPA para espacios sin ventilación

Pero si no es posible esa renovación, podemos mejorar la calidad del aire a través de purificadores. Entre los más eficaces los que cuentan con los filtros HEPA, que hacen pasar el aire a través de un filtro que retiene las partículas y proporciona un aire libre de virus.

Estos equipos, no obstante, no evitan la necesidad del uso de la mascarilla y la distancia de seguridad en esos interiores. Sara Moraga, técnico superior en Calidad del Aire Ambiental en el Interior, explica que es útil usarlos en espacios donde la ventilación es casi nula, por ejemplo, en instalaciones con salas sin ventilación natural, como algunas aulas de colegios o los propios restaurantes.

A través de sistemas de aires acondicionados

En el caso de centros comerciales, edificios públicos o supermercados se entiende que son los sistemas de climatización los que van a ayudar a mejorar la calidad del aire. Por ellos debería de pasar un mayor ratio de aire que proviene del exterior y que pasa por los filtros del aire acondicionado, un sistema que retiene algunas partículas.

¿Cómo debemos ventilar la casa?

Sara Moraga apunta a que en las casas la ventilación es más habitual y si podemos, debemos incluso mejorarla. Aun así, el riesgo de contagio aquí es menor ya que se presupone que estamos los convivientes.

No confiarse con los purificadores

Hay locales, como algunos gimnasios, que combinan los sistemas de climatización con la purificación del aire en aquellas salas más aisladas. Para los expertos estas medidas no son excluyentes, sino todo lo contrario.

"El problema de los purificadores es que creas una falsa seguridad, ya que lo colocas y piensas que está solucionado el problema de la ventilación. Indica entonces que, cuantas más medidas tomemos, menos riesgos de contagio asumiremos.