Mínimas de récord como en Salamanca o Pontevedra, y nieve para despedir junio en cotas más bajas desde 1995. No mucho mejor fue la bienvenida a julio con una gota fría sin precedente. Nunca antes había llovido tanto en Madrid un día de verano. Carreteras cortadas, techos derribados y un sinfín de inundaciones. Cayeron 50 litros por metro cuadrado, en dos días llovió la cuarta parte de lo que suele llover en todo un año.

Rachas de viento de casi 150 kilómetros por hora y más de 500 avisos a los Bomberos en menos de 48 horas. Lo mismo que se ha tardado en volver al infierno. Porque esta nueva ola de calor ya ha marcado un nuevo récord histórico 47,3 grados. En Montoro, Córdoba, se han quedado a solo dos grados de ser la más alta del día en el mundo.Y sólo cinco países han superado nuestras máximas en estos días de tanto calor.