Después de que la pequeña Francesca Sio pasara varios días con problemas para ir al baño y presentara episodios de fiebre, sus padres la llevaron al hospital. Entonces, los médicos le diagnosticaron estreñimiento y le recetaron laxantes.

Como el estado de la niña, de tres años, no mejoraba, sus padres decidieron llevarla de nuevo al médico, aunque en esta ocasión poco cambió. Un enfermero trató de poner un supositorio a la niña, no lo consiguió y finalmente los enviaron a casa con el mismo diagnóstico: estreñimiento.

Días después, la situación de Francesca siguió empeorando y aunque la llevaron de nuevo a urgencias, una vez en el hospital murió a pesar de los esfuerzos de los profesionales médicos por salvar su vida. La autopsia reveló que, en realidad, tenía un tumor de cinco centímetros en el intestino.

Los padres quieren que no se repitan más casos así

Según publica Daily Mail, en ese momento un médico explicó a los padres de la niña que "lo que había pasado era muy raro" y que "había sido mala suerte".

En declaraciones del padre, "los médicos fueron decepcionantes, Francesca tuvo síntomas que no se tuvieron en cuenta en lugar de aplicar las precauciones necesarias. Hubo pruebas de diagnóstico que no se hicieron".

Los hechos tuvieron lugar en abril de 2017, pero es ahora cuando los padres han dado a conocer lo ocurrido. No quieren que haya más casos como el de su hija y quieren emprender acciones judiciales contra los médicos, de hecho han empezado una campaña en 'Gofundme' para recaudar fondos que les permitan hacer frente a los costes del proceso. "¿Cómo pudieron diagnosticar a nuestra hija de tres años estreñimiento y terminar muerta días después?", siguen preguntando.