Desde hace dos noches, en la vivienda del barrio de Simancas en el que fue hallado el cuerpo sin vida de un hombre cuando iba ser desahuciado, hay movimiento. De hecho, los vecinos han fotografiado la ventana de la casa donde se puede ver algo de luz y han confirmado que se trata de una familia que ha entrado en el piso donde vivía el fallecido, de 56 años.

Fuentes judiciales explicaron que una comisión judicial, que estaba ejecutando una desahucio de una vivienda en el madrileño distrito de San Blas, halló a su propietario, un hombre de 56 años, que llevaba muerto en la casa alrededor de cuatro años.

El Juzgado de Primera Instancia número 100 de Madrid había ordenado el desalojo del propietario por impago de la hipoteca. Ya le habían cortado mucho antes los suministros de agua, luz y gas también por impago y tampoco nadie había respondido a las decenas de cartas enviadas tantos por estas compañías y por el banco informando de su situación.

El día fijado para el desalojo era el 14 de noviembre. Ese día, una representante del Juzgado y un Policía Municipal acudieron al domicilio, situado en la calle Madrigal de las Altas Torres. Como nadie respondía a las llamadas, los funcionarios avisaron a un cerrajero para poder entrar la vivienda.

Allí encontraron momificado el cadáver del hombre, que vivía sólo desde hacía años y padecía una enfermedad hepática. Estaba separado y tenía una hija.​