La niña de 10 años que se lanzó por una ventana en Zaragoza le contó a sus padres el acoso que sufría en el colegio. Ellos se lo comunicaron a su vez al centro escolar, pero, según asegura su padre a laSexta, allí "nunca le dieron la importancia necesaria, siempre lo trataron como rencillas entre compañeros".

"Tratamos de hablar con la directora, nunca nos fue posible, nunca nos atendió", denuncia el padre de la menor, que agrega: "Llegamos hasta la tutora y nos aseguró que eso no iba a seguir pasando, que ella iba a ponerle fin a esto".

Pero, aunque todo el mundo estaba al tanto, el acoso y las humillaciones continuaron. Su tío, Alirio Duque, relataba también a esta cadena cómo los compañeros insultaban a su sobrina llamándola "sudaca de mierda" o diciéndole "vete a tu puto país". Según su relato, incluso "le jalaban el cabello" y "le botaban el agua en el recreo".

Su padre reconoce que llegó un momento en el que la pequeña incluso dejó de confiar en ellos. "La niña dejó de confiar tanto en nosotros como en la institución y empezó a guardarse las cosas", lamenta.

El viernes pasado, la menor se despidió de su familia con una nota y, a sus 10 años, vio como única salida lanzarse al vacío desde el tercer piso de su casa. Solo llevaba dos días de curso escolar, pero temía revivir la pesadilla que sufrió el año pasado, según denuncia su familia, que pide explicaciones al colegio y ha optado por hacer público el caso para que no le pase lo mismo a ningún otro niño.

El colegio, por su parte, a pesar de lo que ha ocurrido, mantiene que sí hubo comunicación constante con la familia de la niña. La Policía sigue investigando para determinar si hubo acoso y los agentes ya han pedido el teléfono de la menor para ver mensajes y llamadas. Entretanto, la pequeña se recupera ya en planta en el hospital. Sus padres van a pedir a la Consejería de Educación un cambio de colegio tanto para ella como para su hermano.

Operación de la Guardia Civil

Detenido un joven de 18 años que distribuía material pedófilo a 1.800 miembros de un chat privado

El joven compartió al menos 30 imágenes modificadas mediante inteligencia artificial en las que aparecían mujeres desnudas de entre 11 y 21 años. Se han identificando a un total de 13 víctimas, de las que nueve eran menores de edad.