La familia intoxicada en Alcalá de Guadaíra atravesaba una "situación difícil pero no como para tener que recurrir a los contenedores", ha dicho la consejera andaluza de Salud, María José Sánchez Rubio, que ha confirmado que tenían en casa alimentos en buen estado y comprados en tiendas.

La consejera ha coincidido con los familiares del matrimonio y la adolescente de 14 años fallecidos el sábado -la otra menor, de 13 años, sigue hospitalizada pero fuera de peligro-, que han descartado que se alimentaran de productos caducados o hallados en la calle, por su situación de pobreza.

Sánchez ha comentado que aún no han concluido ni los análisis microbiológicos ni los toxicológicos de todas las muestras halladas en el domicilio. En cualquier caso, todas esas conclusiones están limitadas por el secreto judicial, al igual que sí se ha inmovilizado alguna partida alimentaria fuera del domicilio familiar, lo que la consejera no ha confirmado ni rechazado.

Sí ha asegurado que, pese a que la alerta sanitaria sigue activada, el foco se limita al domicilio familiar y que tras las horas pasadas desde la madrugada del sábado se descarta otro episodio. Todas las investigaciones se centran en averiguar de qué "cosa muy potente, que da lugar a la muerte de tres personas" en pocas horas se trata, según la consejera, quien ha apuntado la posibilidad de que el origen de la intoxicación haya sido "un alimento o un producto mezclado con un alimento".

En la madrugada del sábado, la primera llamada efectuada desde el domicilio familiar fue a las 2.55 horas, cuando, a requerimiento de los afectados, un equipo de emergencias integrado por un médico, un enfermero y un conductor, les atendió por un cuadro de náuseas y vómitos propio de una "toxifección alimentaria" y les aconsejó que volvieran a llamarles si no mejoraban.

Así lo hicieron a las 9.09 del sábado, cuando otro equipo de emergencias encontró a la chica de 14 años en parada cardiorrespiratoria, y al padre y la madre, de 61 y 50 años, muy graves, por lo que decidieron pedir otros equipo y trasladarlos a todos al hospital, donde la mujer murió a las cinco de la tarde y el padre a las seis.

Sánchez, que también es consejera de Asuntos Sociales, ha confirmado que la familia tuvo acceso al salario social puntualmente en el 2010 y el 2011 y que el padre lo había demandado de nuevo en octubre, ya que en marzo le finalizaba la ayuda de 426 euros de la Renta Activa de Inserción.