Patrick es el nombre que aparece en sus notas del instituto, juega en un equipo masculino de basket, incluso en su tarjeta sanitaria, pero no en su dni.

Les denegaron cambiarlo en el registro civil, acudieron después a un juzgado de Huesca. El juez ha reconocido que hay discriminación pero que no lo cambia y tampoco la Audiencia Provincial se lo ha permitido porque la ley de identidad de género no contempla a los menores transexuales, sólo a los mayores de edad.

Pero la realidad llega mucho antes en casos como el de Celia, su hija le preguntó con cuatro años que porque le había puesto nombre de niño. Hace 50 días hicieron la peticiòn en el registro y son optimistas porque Andalucía tiene su propia ley de género.

En el caso de Patrick, el juez se basó en este artículo de la ley del registro civil que dice que están prohibidos los nombres que perjudiquen a la personas pero también los que generen confusión en cuanto al género. El mismo que interpretó otro juez para permitir el cambio de nombre de Sara. Solo 14 familias en España han conseguido cambiar el nombre de sus hijos transexuales.

Pero se calcula que hay 7700 niños en España que como Patrick solo piden que el sexo que les dicta su cerebro se refleje en los papeles.