Detrás de cada lata de conservas de pescado, hay 15.000 trabajadores en España, la mayoría, en Galicia. Sin embargo, las grandes conserveras importan materia prima que ahora no está llegando y si llega, es a un coste exagerado. Y es que fletar un contenedor cuesta ahora un 600% más.
Además, esperan que siga subiendo el precio del acero, la hojalata y el cartón. "Se prevé una subida generalizada en prácticamente todo", señala al respecto Jesús Alfonso, de 'Conservas Cambados'.
De esta forma, paradójicamente, son las conserveras tradicionales, como las de Lucrecia o la de Jesús, las que mejor están resistiendo la crisis de suministros, ya que compran todos sus "aprovisionamientos en lonjas locales", al igual que "los suministros de envases, cartonaje, y auxiliares como el aceite de oliva", tal y como indica Lucrecia García, de la Real Conservera Española.
Aún así, están preocupados por la subida de la luz o el gas: "Se prevé una subida del 100% del gas natural en enero; la subida es enorme", lamenta Jesús Alfonso, de 'Conservas Cambados'.
Los grandes productores de latas de mariscos advierten de que si continúan los frenazos de importación, por ejemplo de atún, puede haber desabastecimiento. Por eso, las conserveras tradicionales creen que es hora de volver a lo nuestro. "No podemos ser tan dependientes de mercados extranjeros", defiende Lucrecia García. Y es que, según advierten, algunos de esos 15.000 empleos están en juego.