El viaje de un tren Bilbao-Madrid se ha convertido en una odisea para sus pasajeros, que han visto como se quedaban tirados hasta en dos ocasiones y han tardado necesitado la llegada de un autobús para completar un trayecto del que deberían haber completado diez horas antes.
El primer incidente ocurrió a la altura de Burgos, cuando un fallo de tensión obligó a parar la marcha, aunque los pasajeros no recibieron muchas explicaciones por parte de la compañía de lo ocurrido.
Renfe les trasladó a un segundo tren que media hora más tarde sufrió el mismo percance. Tras ello, los pasajeros tuvieron que bajarse maleta en mano y caminar bajo la lluvia y nieve hasta la estación de tren.
Allí les debería esperar un autobús para terminar por carretera el trayecto, pero la nieve complicó su llegada. "Estamos prácticamente atrapados en Somosierra con un nevazo importante", denunciaba una pasajera.
Finalmente han logrado reemprender la marcha en un trayecto que continúa, con diez horas de retraso, y todo ello sin haber tenido comida proporcionada durante todo el día.