Poder visitar a su familia biológica es el deseo de muchos niños adoptados, y ahora es posible. Se llama adopción abierta y entrará en vigor próximamente en Extremadura. "Hay que escuchar al menor. Hay menores y tenemos casos recientes que quieren establecer ese contacto", dice Juan Antonio Pavón, presidente de AFADEX.

Se aplicará únicamente en adopciones nacionales, siempre y cuando el menor lo solicite y dependiendo de varios parámetros. "Puede ser en puntos de encuentro familiar, en entrevistas supervisadas... siempre que no perjudique el encaje con la nueva familia", explica Carmen Núñez, directora general de Políticas Sociales y Familiares de Extremadura.

Todo se llevará a cabo bajo la supervisión de la dirección general de Infancia y Familia. Un decreto que beneficia a padres e hijos, pero sobre todo a hermanos, porque se podrá obtener la custodia de un hermano del menor ya adoptado de manera directa y sin esperar trámites. "Facilitar en la medida de lo posible que los hermanos terminen en un mismo ámbito familiar", precisa Pavón.

Este tipo de adopciones tienen que ser voluntarias por parte de la familia que se oferta como adoptante. "Es la pieza que le falta en el puzzle de su vida, y si ellos quieren y necesitan ir a buscar esa pieza, nosotros como familia desde luego lo vamos a apoyar", asegura una madre.

También se dispondrá de un servicio de posadopción de búsqueda de orígenes en casos internacionales. Extremadura será la primera región que permita el contacto directo de los pequeños con sus orígenes biológicos.