La pasada Nochevieja, Romina Celeste murió, y el 13 de enero, Raúl Díaz, su marido, fue detenido.
Antes del arresto, Raúl telefoneó a un amigo al que contó el crimen. Esta conversación, a la que ha tenido acceso 'Espejo Público', fue grabada por los investigadores porque ya sospechaban de él. No se creían la versión que contó en la denuncia que presentó ocho días después de la desaparición de su mujer en Lanzarote. Una versión que también contó a los medios de comunicación.
En la llamada, Raúl cuenta a su amigo que esa Nochevieja ambos consumieron muchas drogas y discutieron. Esto hizo que Raúl decidiera marcharse de casa. A su vuelta, y según cuenta el acusado a su amigo, Romina ya estaba muerta cuando él regresó a la vivienda. En vez de llamar a la Policía, decidió quemar el cuerpo. Una inexplicable reacción que justifica por su estado tras consumir drogas y alcohol.
Al día siguiente, el 3 de enero, y tras descansar varias horas, Raúl continuó con su plan de deshacerse de su mujer. Esta versión rocambolesca también la contó a los investigadores y al juez, que tras escucharle le mandó a prisión sin fianza por homicidio y maltrato.