El abogado de la denunciante, Javier Rincón, así lo ha asegurado y ha añadido que la muestra de semen se ha enviado al Instituto de Toxicología para identificar los perfiles genéticos de los implicados en los hechos.

Rincón ha relatado que la mañana siguiente a la supuesta violación, la víctima salió de su habitación y -al comentar con otro militar sobre la noche anterior- surgió "la idea de que posiblemente haya habido una narcotización", por lo que el compañero le entregó una prueba de drogas, en la que se hallaron barbitúricos.

"Es hablando con el compañero que le entrega el test de drogas y con otra compañera, que escucha sonidos de maullidos en la noche, que pudieran ser la contraseña para que fueran pasando a la habitación a agredirla sexualmente, lo que le lleva a darse cuenta realmente de que ha sido objeto de una agresión sexual grupal y una narcotización", ha subrayado Rincón.