Kayla Rahn, la mujer de 30 años comenzó a preocuparse por su peso, que cada vez iba más en aumento. Además, comenzó a sufrir dolor en el área abdominal. Fue entonces cuando acudió al médico para que la tratasen. Pero la respuesta del doctor fue que continuase con el régimen que estaba haciendo y le diagnosticó un avanzado sobrepeso.
La joven siguió las indicaciones del doctor y extendió su dieta, pero seguía aumentando de peso "sin ningún tipo de explicación", tal y como ha declarado al medio americano 'WSFA 12 News'.
Tras un año de sufrimiento, su madre decidió llevarla al hospital Jackson de Montgomery, donde le hicieron pruebas hasta diagnosticarle un quiste en su ovario que pesaba más de 22 kilos. Por suerte, se trataba de un tumor benigno que fue extirpado de manera urgente. Ahora Kayla Rahn anima a otras jóvenes para que escuchen a sus cuerpos.