La jueza del juicio 'crimen de los tirantes' ha expulsado uno de los miembros del jurado, tal y como pidió la defensa del acusado Rodrigo Lanza la semana pasada. Un hecho, según el abogado de la familia, inédito en los 25 años de vigor de la ley del jurado.

Este lunes estaban previstos los informes y conclusiones finales de las acusaciones y de la defensa en el juicio por el supuesto asesinato de Víctor Laínez a manos de Rodrigo Lanza, pero ha comenzado con la expulsión de este jurado, el número 2, como pidió el abogado defensor, Endika Zulueta. El letrado reclamó la recusación de este jurado por las manifestaciones de desaprobación que hacía cuando él mismo intervenía, e incluso le llegó a espetar "flaco favor le haces" cuando el abogado pidió que quitaran las esposas a su defendido durante el juicio.

La jueza decidió mantenerlo y aunque este jurado no ha vuelto a hacer manifestaciones en las sesiones, ha decidido expulsarlo y sustituirlo por el primer suplente.

Tras este inesperado relevo, las acusaciones han mantenido que el acusado, Rodrigo Lanza, quiso matar a la víctima, Víctor Laínez, por motivos ideológicos. La agresión ocurrió el 8 de diciembre de 2017 en el bar 'Tocadiscos' del casco histórico de Zaragoza y las acusaciones la califican de asesinato por concurrir agravantes de alevosía, ensañamiento -en este caso no la fiscalía al entender que no se ha podido demostrar- y odio, y piden 25 años de prisión para Lanza, mientras que la defensa ha afirmado que Lanza no tuvo intención de matar a Laínez y que actuó en defensa propia motivado por un profundo temor a perder la vida.

Según manifestó Lanza en su declaración, agredió a Laínez movido por el miedo a la navaja que aseguró que blandía, después de intercambiar unas palabras con la víctima porque un amigo le advirtió de que era un "conocido fascista del barrio" que solía vestir tirantes con la bandera española. Sin embargo, la fiscal ha argumentado que Láinez murió como consecuencia del ataque de Lanza por la espalda, "a traición", tras propinarle un golpe en la cabeza y porque al caer al suelo, ya semiinconsciente y sin capacidad de defensa alguna, lo "remata" con patadas y puñetazos de forma reiterada.

"Hay personas que necesitan de muy poco para llevar a cabo determinados actos", ha aseverado la fiscal, quien ha rechazado que Lanza actuara en legítima defensa y por un miedo insuperable. De hecho, ha dicho, tras intercambiar unas palabras con Laínez salió del bar pero volvió a entrar en lugar de marcharse, algo que no tiene sentido si hubiera estado en situación de bloqueo o pánico.

Por su parte, el abogado de la familia de la víctima, Enrique Trebolle, ha reiterado que Lanza dio un "golpe monumental" por la espalda a la víctima, "a traición", y después le propinó múltiples patadas y puñetazos en la cabeza y la cara hasta el punto de que el dueño del bar le dijo "para, para, que lo matas".

A petición del abogado de la defensa, por motivos personales, el juicio ha quedado aplazado hasta mañana martes, cuando será su turno y el del abogado en nombre del Gobierno de Aragón antes de que el jurado reciba el objeto del veredicto y empiece a deliberar.