La Liga Mundial de Hipertensión y las principales organizaciones internacionales de salud quieren concienciar a los consumidores sobre los riesgos del alto consumo de sal.

Para ello, piden que la sal que se vende en los supermercados y los saleros que encontramos en cualquier restaurante lleven una serie de etiquetas de advertencia de salud como las que llevan las cajetillas de tabaco.

Los expertos creen que si se indican los efectos nocivos que tiene la sal para la salud, se podrá sensibilizar al consumidor y se facilitará el objetivo de la OMS de reducir para el año 2025 la ingesta de socio en un 30%.