Francesc Núñez, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya, ha advertido que "se regala mucho más de lo necesario y más de lo que la emotividad de un niño puede aceptar, obedeciendo a unas dinámicas consumistas que tanto los adultos como la sociedad trasladamos a los más pequeños".

Una consecuencia del exceso de regalos es lo que resume el llamado 'síndrome del niño hiperregalado', que según Núñez provoca entre otras cosas que los niños "no aprecien los regalos, pierdan la ilusión y se vuelvan caprichosos, egoístas y consumistas".

Es "normal que los niños deseen cosas, porque es la dinámica de las sociedades consumistas" y por lo tanto "ellos piden sin medida", por lo que el problema, en realidad, "es de los padres", ha alertado el experto.

Los progenitores a menudo "son incapaces de contenerse y asumir las consecuencias que puede tener negar regalos a los hijos y prefieren claudicar ante las protestas de los hijos o bien ceder a la satisfacción propia que les da contribuir a los deseos de los hijos", ha alertado.

En este sentido, la formación de los padres es "indispensable para poner sentido común a la vorágine de regalos" ha señalado la doctora en pedagogía y miembro de la Red de Expertos del Colegio de Pedagogos de Cataluña Nuria Pedrós.

La experta vería "muy positivo" que las escuelas organizasen una reunión con las familias sobre el mes de octubre, noviembre, con el curso arrancado, para explicarles la importancia de racionalizar los regalos, porque es un elemento educativo "esencial".

Pedrós ha subrayado la importancia de que los padres hagan la carta a los Reyes con sus hijos, que les indiquen que deben limitar los regalos que piden y que los escriban por orden de preferencia.