Alda Recas está indignada, asegura que la han expedientado por criticar públicamente la gestión de su colegio profesional. "Si esto sale adelante, puede dejar de trabajar tres meses, seis meses, un año, o de por vida".

Los hechos se remontan al 20 de diciembre cuando se celebró la asamblea general de enfermería en Madrid, la acusan de amenazar insultar y coaccionar en ese acto al presidente del Consejo General de Enfermería a Máximo González Jurado.

Al respecto, ella explica "nunca" han insultado y que sólo hicieron "un canto a la libertad". Desde el Consejo General de Enfermería aseguran que Alda acusó falsamente al presidente de fraude de ley por supuestamente darse de alta y de baja en el colegio de enfermería de Madrid para poder votar en ese acto.

Dicen que no se ha abierto ningún expediente, sino una información previa para investigar lo ocurrido que está en manos de un instructor del Colegio de Enfermeria de Madrid. Desde el colegio afirman que es " un procedimiento en el que se estudian esos hechos; pero no se abre un proceso porque ella haya ejercido el derecho a la libertad de expresión", sostiene David García.

Desde sindicatos sanitarios como MATS o la asociación AME denuncian falta de transparencia. "Tenemos la obligación de pagar, pero no tenemos la capacidad de pedir que nos rindan cuentas", asegura Victoria Trujillo, presidenta de la Asociación Madrileña de Enfermería. Piden que de una vez por todas que su voz se escuche.