Para José Manuel es "mágico" poder pensar en moverse y poder hacerlo. Hasta ahora, únicamente conseguía ponerse en pie pero, no podía caminar, pues la complicación de operación de espalda le dejó con movilidad reducida.

Sin embargo, su situación ha cambiado completamente gracias al exoesqueleto que los técnicos de la Universidad Miguel Hernández de Elche le han colocado en las piernas. Este aparato está conectado con electrodos a su cerebro y permite restablecer la conexión entre dicho órgano y sus articulaciones. Así, sus neuronas emiten la orden de mover las piernas y el aparato responde. Algo mágico, asegura el paciente.

"Con la máquina se siente algo parecido a la magia porque pensar que he sido capaz de moverla y pararla yo solo, únicamente pensando en mi hija para relajarme, y luego caminar pensando en caminar", cuenta emocionado a las cámaras de laSexta. Este aparato no se controla pulsando un botón sino que funciona cuando la persona está pensando realmente en caminar, explica José María Azorín, catedrático de la citada universidad. Consiste en pasar la orden mecánica a partir del cerebro del propio paciente, añade Antonio Juan Pastor, director-médico del Hospital Nacional de Parapléjicos.

El objetivo es que este exoesqueleto ayude a la rehabilitación de pacientes con lesión medular incompleta, que tienen algo de movilidad. Por el momento, no puede aplicarse a personas con inmovilidad total.