El psicólogo de Ruth Ortiz, Francisco Márquez Pérez, ha declarado este jueves 3 de julio que, en una de las sesiones de terapia con la exmujer de José Bretón, ésta le confesó que estaba "viviendo con un lobo vestido de cordero".
Márquez Pérez ha prestado declaración ante el Juzgado de lo Penal número 4 de Huelva en la segunda sesión de la vista oral contra Breton -condenado por la Audiencia Provincial de Córdoba a 40 años de cárcel por asesinar a sus dos hijos- por un delito de maltratos psíquicos habituales contra su exmujer.
A las preguntas formuladas por el fiscal, el psicólogo ha explicado que Ruth Ortiz fue a visitarle por primera vez el 12 de septiembre de 2011.
Tras los cuatro meses que estuvo en tratamiento en su consulta, el psicólogo detalló que Ortiz presentaba un cuadro depresivo-ansioso caracterizado por un "estado depresivo, miedo, pérdida de autoestima, transtorno de la alimentación y del sueño".
Ella misma atribuía esa situación a "la relación bifuncional que vivía con su pareja" y describía a su exmarido como "controlador, machista, celoso y obsesivo".
Márquez considera que el problema latente apareció cuando la familia se trasladó a Huelva, después de que Ruth Ortiz hubiera conseguido un puesto de trabajo. Ella le dijo al psicólogo que su marido nunca vio correcto "venirse a Huelva, pues la estructura familiar la concebía como la mujer en casa y el hombre trabajando".
Márquez explicó que en ese momento se iniciaba "un cambio de roles" entre la "mujer frustrada, que se ve autosuficiente" y él, que "no asume ese nuevo rol", agudizando por tanto las conductas que usaba éste "como estrategia de presión".
Además, ha descrito a Ruth como una persona "totalmente despersonalizada y anulada" y ha asegurado que el cuadro que presentaba contenía síntomas de que corresponden a "una mujer maltratada psíquicamente", aunque siempre "justificaba las conductas de él".
Márquez ha precisado que su misión era, principalmente, asesorar a Ruth, hacerle ver qué tenía capacidades y, en un momento determinado, aconsejarle si quería luchar o no por su matrimonio.
"La decisión fue rotunda", añade Márquez, sobre las confesiones de Ruth acerca de su convivencia con Bretón. "bastante tiempo he estado metida en esa cárcel, quiero romper con mi pareja".
A las preguntas de la letrada de la defensa Bárbara Royo, que ha tratado de desvirtuar el informe por su falta de criterios y pruebas científicas -algo que ha sido rebatido por el experto-, Márquez ha indicado que el "miedo" que presentaba la paciente se podía percibir a través de signos puntuales, como "cuando hablaba de él presentaba incontinencia afectiva y lloraba".