1,73 kilos de oro

Las exmonjas de Belorado defienden ante el juez que no hubo engaño al vender oro

El contexto
Las exmonjas están siendo investigadas por las supuestas irregularidades cometidas al vender, por 130.000 euros, 1,73 kilos de oro propiedad de la comunidad religiosa.

Exterior del convento de Belorado.Exterior del convento de Belorado.Europa Press
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Las exmonjas del Monasterio de Belorado (Burgos) Susana Mateo (sor Sión) y Zaida Pinar (sor Myriam) han defendido la legalidad de la operación de venta de 1,73 kilos de oro propiedad del convento por valor de 130.000 euros, que gestionó el pasado enero la exabadesa, Laura García de Viedma, en su declaración en el Juzgado de Briviesca.

Mateo y Pinar, dos de las diez monjas del cenobio burgalés que fueron excomulgadas el 22 de junio de 2024 después de anunciar su salida de la Iglesia católica, han acudido a los juzgados en calidad de investigadas, igual que hizo el pasado 4 de abril la exabadesa, en un proceso abierto por estafa indebida.

El abogado de las religiosas, Enrique García de Viedma, ha explicado en declaraciones a los medios a las puertas de la sede judicial que las exreligiosas han defendido que la operación de venta de oro "está dentro de la normalidad" y que no hubo "ningún tipo de engaño ni acto fraudulento".

"No hay ningún tipo de acto que entendamos que es ilícito", ha insistido, tras la investigación abierta por la Policía Nacional después de que en enero Laura García de Viedma vendiera 1,73 kilos de oro, que la comunidad religiosa había comprado en 2020 como una operación de inversión.

La venta se realizó por 130.000 euros, de los cuales 66.000 euros fue en líquido -el resto se destinó a pagar intereses de la entidad crediticia-, cantidad que gestionó la exabadesa como representante legal de la comunidad religiosa, representación que está en cuestión desde el nombramiento del arzobispo Mario Iceta como comisario pontificio de los monasterios de Belorado, Derio y Orduña.

El letrado ha asegurado que tanto la compra de oro como la venta se hizo con el conocimiento y el consentimiento de todas las religiosas, y no ha querido precisar por qué se ha llamado a declarar como investigadas a Susana Mateo y Zaida Pinar, tras haberlo hecho también el pasado 4 de abril la exabadesa. García de Viedma ha indicado que no tienen constancia de que se vaya a investigar a ninguna de las otras exreligiosas, ni que haya más declaraciones previstas, después de que hayan pasado por el juzgado responsables de la entidad crediticia en la que estaba depositado el oro.

Susana Mateo ha explicado, a preguntas de los periodistas, que tanto ella como Zaida Pinar han pasado la noche en el convento de Belorado para poder acudir, a las 12:30 de este lunes, a declarar a Briviesca, pues ellas son dos de las tres exreligiosas que están en Arrionadas (Asturias), a cargo del restaurante "de clausura" abierto el pasado febrero.

"Hemos visto a las hermanas" que residen en Belorado y, tras declarar, vuelven a Asturias. Las exreligiosas se enfrentan, además, a una demanda de desahucio de los monasterios de Belorado y Derio, interpuesta por el Arzobispado de Burgos, cuya vista oral tendrá lugar el 13 de mayo.

De las diez monjas excomulgadas, dos abandonaron el monasterio el pasado verano, y las ocho restantes están distribuidas entre Arriondas (tres), Orduña (dos) y Belorado (tres), donde además atienden a las cinco mayores, que no están excomulgadas.

Preguntada Susana Mateo por la muerte del papa Francisco, al que las exmonjas acusaban de hereje en el manifiesto católico que acompañó a su anuncio de salida de la Iglesia, ha indicado que venía preparada para la declaración y "de lo demás, la verdad, no le ha dado ni tiempo" a saber.

Las exmonjas se muestran "seguras" y "optimistas"

Las exmonjas han reconocido sentirse "seguras" y "optimistas" con el proceso judicial. En un comunicado, las religiosas han confesado que enfrentan estos procesos judiciales "desde una mirada profundamente enraizada en la justicia divina". De esta forma, dejan claro que, aunque respetan las leyes humanas, nunca pierde de vista que su conciencia "responde ante un juez supremo cuya justicia es eterna".

Además, han añadido en dicho escrito que tienen la certeza de que la verdad, tarde o temprano, saldrá a la luz. "Su fe les otorga la fortaleza necesaria para atravesar cualquier dificultad legal. No perciben los juicios como castigos, sino como una oportunidad para demostrar su fidelidad en una prueba divina", añaden en dicho escrito, en el que también señalan que, mientras la justicia humana "puede errar", la justicia de Dios "jamás se equivoca". Por ello, transitan estos procesos "con humildad, esperanza y una firme confianza".

Francisco Canals, portavoz y jefe de prensa de las monjas, ha afirmado que las hermanas se sienten seguras y afrontan los procesos judiciales "con optimismo".

Hasta el momento, han reunido más de 1.300 firmas a través de su campaña en Change.org, han inaugurado un restaurante en régimen de clausura, han puesto en marcha distintas campañas de venta de chocolate, un núcleo zoológico y fortalecido una extensa red de colaboradores y simpatizantes.

La exabadesa asegura que "no existió engaño"

La declaración de ambas ha ido en sentido similar a lo manifestado por la exabadesa del Monasterio de Belorado, Laura García de Viedma, quien argumentó ante el juzgado que no existió engaño ni ánimo de lucro en la venta del oro, por lo que entiende que se trata de una acusación artificial.

García Viedma, excomulgada junto con las otras nueve monjas del convento burgalés que el pasado mayo anunciaron su salida de la Iglesia católica, y estas dos compañeras, se enfrentan a una investigación abierta por la Policía Nacional, que cuestiona su legitimidad para vender el oro tras la excomunión y el nombramiento del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, como comisario pontificio del monasterio.

Laura García de Viedma vendió el pasado enero 1,73 kilos de oro, propiedad del Monasterio de Belorado, por 130.000 euros, de los cuales, 66.000 fueron los que percibieron en líquido pues el resto se fue a pagar los préstamos de la entidad crediticia depositaria del oro.

El abogado defensor explicó tras la declaración de su defendida que "entienden" que la exbadesa "podía disponer" del oro, en representación de la comunidad religiosa, en tanto se ha tramitado una transformación "válida a todos los efectos" de la comunidad monástica en asociación civil y, por tanto, "tenían la perfecta capacidad de disponer de sus bienes".

También ha explicado, que al igual que cuando se compró el oro en 2022, la venta se hizo a nombre de García de Viedma pues este tipo de operaciones se deben realizar por una persona física, no jurídica.