Las farmacias han adoptado ya la medida del "euro por receta" pero lo hacen sin control alguno ya que el programa informático para gestionar y contabilizar la nueva tasa aún no está listo y no lo estará hasta febrero. Por este motivo el caos es el protagonista en las farmacias.

"Los enfermos crónicos que nos gastamos mucho dinero en nuestra medicación tenemos que pagar un euro más por cada receta... Me parece un robo", confiesa una paciente crónica.

Los clientes pueden negarse a pagar la tasa pero tendrían que rellenar un formulario de insumisión y arriesgarse a pleitear con la administración. Aquí también parece haber confusión todavía entre las farmacias.

Según Javier Fernández Lasquetty, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid: "La crisis y la financiación autonómica injusta nos ha obligado a implantar el euro por receta".