En España más de 12 millones de personas son fumadoras, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Y para todos ellos, la teoría está clara: el tabaco es la principal causa de muerte prematura (60.000 muertes anuales y más de 160 muertes cada día). Pero la práctica no tanto.

Dejar de fumar cuesta y mucho por culpa de la nicotina. Pero hay que hacerlo si se quiere prevenir las consecuencias a largo plazo, como la aparición de enfermedades cardiovasculares, respiratorias o tumores.

De hecho, un reciente estudio, publicado en la revista de divulgación científica Journal of the American Medical Association (JAMA), ha extraído la edad a la que se debe de dejar de fumar si se quiere reducir en un 90% el exceso de mortalidad asociado con el tabaquismo.

Así, el citado análisis señala que, tal y como ha demostrado el análisis de los datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de los Estados Unidos, "dejar de fumar antes de los 45 años se asoció con reducciones de aproximadamente el 90% del exceso de mortalidad asociado con el tabaquismo continuo".

En edades más avanzadas el porcentaje es menor, pero sigue valiendo la pena. "A las edades de 45 a 64 años se asoció con reducciones de aproximadamente el 66% de este exceso de riesgo", recoge el citado estudio.

Eso sí, los expertos recomiendan ante todo dejar de fumar cuento antes o ni si quiera empezar a hacerlo, pues también tiene efectos a corto plazo en la salud, tal y como recoge la citada entidad experta:

• Disminuye el rendimiento físico.

• Mal aliento.

• Manchas en los dientes.

• Efectos sobre la piel y las uñas (manchas y granitos).

• Atrofia el olfato y el gusto.

• Enfermedades de corazón.

• Cáncer de pulmón.

• Bronquitis crónica y EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).