Águeda terminó su grado de terapia ocupacional en junio del año pasado, su intención era hacer un máster pero cuando le dijeron el precio se echó para atrás. "Eran 6.000 euros y mi familia no podía permitirse pagarme un máster, y yo no tenía tanto dinero ahorrado", cuenta la joven.
Al comprobar lo prohibitivo de estos precios, se fijó un nuevo objetivo, trabajar para ahorrar y poder costearse los estudios. El problema es que con su titítulo no es competitiva en el mercado laboral. "No tengo la suficiente formación y me encuentro que con mi título no puedo hacer mucho".
José Juan está estudiando segundo de Derecho, sólo la matrícula de este año le ha costado 1.600 euros, por eso no quiere ni pensar en el máster. "Yo realmente me lo he tomado a cachondeo porque es imposible que eso salga a la luz, los estudiantes nos vamos a echar a las calles", anticipa.
Denuncian que si los grados pasan de 4 a 3 años, muchos contenidos se van a quedar fuera y saldrán de la universidad menos preparados. "Siento que cada vez van a hacer que sepamos menos", sentencia una estudiante. "El título va a ser mucho más insignificante y con él no vas a poder llegar a ningún sitio", lamenta Águeda.
Es la última reforma polémica del ministro Wert, el mismo que subio las tasas universitarias y redujo la cuantía de las becas.
Otro gasto más
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