Tan sólo 14 kilómetros separan España de Marruecos. El Campo de Gibraltar se ha convertido en el principal pasillo por el que se trafica con tabaco, seres humanos, armas y droga que los narcos introducen en Europa a través de las costas españolas. Por primera vez en televisión, un equipo de periodistas entra en una de esas organizaciones para conocer cómo funcionan por dentro.

En este documental, que se podrá ver en dos entregas consecutivas con Antonio García Ferreras como reportero, el espectador será testigo de la cadena completa: desde las plantaciones de Marruecos hasta la venta del hachís en territorio europeo. ¿Quién lo cultiva? ¿Quién lo transporta? ¿Quién lo almacena? ¿Quién hace dinero con todo ello?

Ferreras entrevista a uno de los narcos más peligrosos del Estrecho: "La Guardia Civil se juega la vida para detenernos mientras sus jefes nos avisan de todo"

Antonio García Ferreras pregunta a Maxi, jefe de una organización de narcotráfico, en Estrecho si ha cambiado algo este negocio en los últimos 15 años. "Antes éramos menos, ahora somos más y también hay mucha corrupción por parte de la Policía si no, no se metería tanto hachís en estas costas".

Cuando un policía descubre a uno de los suyos comprado por el narco: "Detectas llamadas con voces conocidas"

Antonio García Ferreras habla con Francisco Matesanz, inspector jefe de la Policía Judicial de Marbella, sobre los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad que han aceptado dinero de narcotraficantes. El inspector asegura que es "muy fácil" que un agente trabaje con los narcotraficantes, por lo que lo necesario es "no implicarse".

El oficio de ir un paso por delante del narcotraficante: así operan los 'tumbadores' de la droga

Un tumbador es el que roba a otro narcotraficante. Antonio García Ferreras habla con uno de ellos, quien asegura que lo que hace es "muy peligroso". Este tumbador muestra a Ferreras todas las armas que tiene para dar los tumbos: un 7.67, una Mini Uzi, un Remington... y confiesa tener miedo de que un día le peguen un tiro, "pero es lo que toca".