Durante la jornada de este viernes se han conocido más detalles de cómo se rescató a la mujer que estaba retenida y que llamó pidiendo una pizza para ser rescatada. Por cierto, se habían conocido por redes sociales y no era su pareja. Un agente de la Policía Nacional le devolvió la llamada haciéndose pasar por pizzero.
Fueron dos llamadas a la Policía Local de Sevilla. En la primera, la víctima marcó al 092 y le respondió un policía municipal de la ciudad hispalense. Con el fin de pedir ayuda, finge y pide una pizza a domicilio. Algo que en un primer momento deja desconcertado al agente y la llamada se corta.
Es entonces cuando el policía local se huele que algo no va bien y decide avisar a la Policía Nacional. Su intención no falla y se produce la segunda llamada. La portavoz del Cuerpo, Sonia Periáñez, ha relatado que se "decidió llamar de nuevo y ante la actitud nerviosa de la chica se hizo pasar por una empresa que reparte pizza".
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El agente, que finge ser un repartidor, mantiene con la víctima una conversación de forma discreta hasta que ésta le facilita la dirección del domicilio en el que se encuentra retenida por un hombre con el que había quedado a través de redes sociales. Dos agentes de paisano acuden a la vivienda y logran así rescatar a la mujer. El hombre es detenido por un delito de detención ilegal y todo gracias a que supieron descifrar lo que en verdad escondía ese pedido a domicilio.
Con una escopeta de caza
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