El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprueba este martes en una sesión extraordinaria y urgente una nueva ordenanza reguladora del taxi. Mediante estos cambios, en palabras del Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida (que lleva trabajando en la normativa desde octubre de 2019), el sector experimentará una "modernización" sin precedentes.

Se trata de una iniciativa que cuenta con el voto favorable del Partido Popular, Ciudadanos y Vox, y el 'no' de PSOE y Más Madrid. Y las enmiendas aprobadas reflejan el cambio de paradigma que ha experimentado el servicio de transportes urbano en los últimos años. Una 'uberización' que, en cuanto se apruebe, permitirá a los usuarios del taxi compartir vehículo, acceder a tarifas prefijadas o reservar viajes telemáticos. A continuación, repasamos las claves de esta nueva normativa:

Precios fijados

Según la propuesta, cualquier usuario podrá precontratar un taxi acordando un precio cerrado, igual que ocurre con las marcas de VTC como Uber o Cabify. No obstante, para acceder a esta opción, el usuario deberá contratar el viaje sí o sí a través de la vía telemática (una APP en el móvil).

En este sentido, esta opción no se aplica en el caso de una persona que pare un taxi en mitad de la vía pública o en una parada concreta. ¿Y cómo se calcularán esos precios cerrados? Según el anteproyecto, "mediante los parámetros oficiales facilitados por el Ayuntamiento de Madrid". Es decir, dependerá de los órganos municipales, aunque todavía no está claro que el coste de los viajes pueda fluctuar en función de la demanda en la aplicación. En el resto de casos, al solicitar el taxi en la calle, seguirá utilizándose el taxímetro.

Viajes compartidos

Como ocurre en el caso anterior, esta modalidad solo puede ser contratada previamente y por vía telemática. No obstante, supone una novedad importante con respecto a la ordenanza anterior: ahora, el usuario podrá contratar un servicio de taxi por plaza, mediante el cual no se pagaría la totalidad del viaje.

Es decir, el conductor realizaría paradas para recoger a otros usuarios, mientras que el cliente solamente debe facilitar el punto de origen y destino del trayecto, la fecha y hora de su realización, y el número de plazas que desea contratar. De nuevo, al solicitar este servicio por la APP, podrá saber el precio del trayecto antes de efectuarlo.

Junto con eso, también se incorpora la posibilidad de establecer tarifas fijas en los servicios que tengan origen o destino las áreas de cero emisiones, así como en otros puntos específicos de gran generación de transporte de personas, como instalaciones deportivas, estaciones ferroviarias o de autobuses, recintos feriales, cementerios y similares. También en los viajes al Aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez, conocida como la Tarifa 4, que ya se estaba aplicando en la capital.

Carné por puntos

Esta nueva ordenanza prevé un sistema por puntos para las personas que tengan una licencia de taxi. Un sistema muy similar al del carné de conducir por el cual, de cometerse infracciones, los taxis en cuestión podrían sufrir una suspensión temporal de su licencia (en caso de perderlos todos).

Concretamente, el vehículo se inmovilizaría independientemente del conductor, por un periodo de tres meses a un año. Por el contrario, si el dueño de la licencia cumple dos años sin infracciones, dicho cupo de puntos recupera su máximo.

Acreditación de no haber cometido delitos de agresión sexual

Se trata de una modificación que, de nuevo, apunta a los conductores de los taxis, y constituye un reclamo en el Pleno de los partidos de izquierda, como el PSOE o Más Madrid. En este caso, los taxistas deberán acreditar que no han sido condenados por delitos de naturaleza sexual ni contra la infancia.

En este sentido, también se ofrecerá la posibilidad a los titulares de las licencias de incorporar en sus vehículos un sistema de "SOS". Mediante él, se activaría un módulo luminoso en el exterior que dé información sobre cualquier incidente que pueda ocurrir dentro del vehículo. No obstante, se trata de una opción que no es obligatoria.

Código de vestimenta

Finalmente, tal y como recuerda el anteproyecto de la ordenanza, a pesar de que no se especifica un uniforme como tal, los conductores de taxi deberán cumplir unos mínimos de vestimenta, que son los siguientes:

  • Camisa o polo de color claro.
  • Pantalón o falda azul marino de vestir.
  • Jersey, chaleco o chaqueta azul marino, si fuera necesario.
  • Zapato negro cerrado.
También se permiten las serigrafías en dicha ropa, pero solo si sirven como identificativo de la empresa o asociación vinculada al sector del taxi. "El tamaño máximo será de 5x5 cm", especifican en el texto.