Los huevos, la carne, el pescado e incluso la leche son los alimentos más sensibles a la hora de manipular en la cocina por el riesgo de intoxicación.

"Hay que evitar el contacto entre alimentos crudos o que se vayan a consumir crudos junto con otros cocinados. Y que el contacto sea de forma directa o indirecta", ha dicho Luis Alberto Zamora, dietista y nutricionista.

Un alimento puede transmitir una bacteria al tocarlo o a través del uso de los utensilios. "Si cortas carne con un cuchillo, antes de cortar pan tienes que cambiar o limpiar cuchillo", ha apuntado Julio García Rodríguez, portavoz de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas.

También hay que tener especial cuidado las superficies. "Hay que evitar los paños de cocina y usar el papel", añade García Rodríguez. "La madera está prohibida en la cocina, cambiémoslo por elementos de teflón", apunta Zamora.

Hay que comprobar que la temperatura de la nevera esté a cuatro grados y el congelador a -18 grados. Hay que limpiar su interior una vez por semana porque las bacterias no son fáciles de detectar. "Macroscopicamente no hay ningún signo que indique mal olor", sostiene García Rodríguez.

Los alimentos cocinados deberían estar en la parte superior del frigorífico, mientras que los crudos en la inferior por si se generaran goteos.

La Confederación Empresarial Veterinaria Española ha pedido que no se le dé a las mascotas restos de carne que podrían estar infectados. "Esas mascotas pueden contagiarse y pueden ser una fuente proque pueden excretar Listeria en las heces", sostiene García Rodríguez

Si bien España cumple con las pautas establecidas a nivel internacional. "Los protocolos están perfectamente definidos", ha destacado María Neira, responsable de Salud Pública de la OMS.

Es primordial el cuidado en casa porque, por más que el alimento tenga el mejor aspecto del mundo, hay que poner en práctica todas estas recomendaciones.